El primer ministro británico ordena el despliegue de 16.000 policías para frenar los saqueos y el vandalismo

Cameron promete «mano dura» para atajar la violencia

Con miles de jóvenes tomando las calles, saqueando comercios y cometiendo todo tipo de actos vandálicos, además de dos muertos desde el pasado viernes, David Cameron se enfrenta probablemente a la prueba más decisiva para su inestable Gobierno. El primer ministro volvió ayer a Londres, interrumpiendo sus vacaciones en Italia, para frenar el caos que se ha adueñado de la capital británica. Los disturbios se han trasladado a Manchester y Birmingham.

La Razón, , 10-08-2011

Ante la perspectiva de una cuarta noche de altercados, Cameron anunció, tras reunirse con su Gabinete, varias medidas urgentes para restaurar el orden: aumentar el número de policías, emplear «mano dura» judicial contra los saqueadores y abrir una investigación sobre sus instigadores.

La primera medida se notó de forma inmediata. Scotland Yard triplicó su presencia en las calles de Londres con el despliegue de 16.000 agentes, dejando a un lado la posibilidad de recurrir al Ejército para controlar el orden, como habían sugerido algunos diputados. Anoche, mientras Londres seguía en alerta, la violencia se extendía al norte de Inglaterra.

En West Bromwich, localidad cercana a Birmingham, se iniciaron los disturbios poco después de las seis de la tarde al ser incendiados varios coches. En Manchester una tienda de ropa femenina fue incendiada por jóvenes encapuchados. En Salford, a las afueras de Manchester, se produjeron choques entre los alborotadores y la Policía y fue incendiado un edificio municipal.
Mientras, en el centro de Manchester, también se vivió el enfrentamiento de casi dos mil jóvenes con la Policía, además del saqueo e incendio de varias tiendas, lo que hizo que se suspendiera el servicio de transporte público en tranvía y que sus calles más céntricas fueran tomadas por las Fuerzas de Seguridad.

En Birmingham, la Policía rodeó el singular edificio Mailbox, que alberga viviendas y un centro comercial de lujo en el centro de la ciudad y que ya fue atacado el lunes por la noche. Mientras, una gran cadena de supermercados, algunos bancos y diversos centros comerciales habían cerrado sus puertas al mediodía por temor a que se repitieran los saqueos.

A las diez de la noche, varias decenas de personas atacaron con cócteles molotov una comisaría de Nottingham. La cadena BBC informó que la Policía detuvo a varias personas.
Cameron aseguró ayer que desde el Ejecutivo se hará «todo lo necesario» para restaurar el orden en Reino Unido y tildó a los violentos de «delincuencia pura y dura» que debe ser «enfrentada y derrotada». Esta oleada de vandalismo callejero, que ayer se cobró su primera víctima mortal, ha tomado proporciones sin precedentes y en los últimos tres días la Policía ha realizado 525 detenciones en Londres por incendios, saqueos y destrozos.

Scotland Yard calificó la noche del lunes como la peor que se recuerda en cuanto a extensión y magnitud de los altercados, con niveles de violencia «inaceptables». En esos incidentes, 44 policías y 14 civiles resultaron heridos, uno de los cuales, de 16 años, falleció ayer por heridas de bala, mientras que 310 personas fueron detenidas.

La Policía respondió con la mayor operación desplegada en las tres noches de incidentes, con 2.500 agentes que se sumaron a los 3.500 que operan habitualmente, además de refuerzos de otros cuerpos y el uso de vehículos blindados. No obstante, el número de agentes acabó revelándose insuficiente para contener a los saqueadores. Los próximos días la Policía planea investigar todas las pruebas, incluidas las imágenes de las cámaras de seguridad instaladas en las calles, para llevar ante la Justicia a los responsables de actividades delictivas. Efe

El peor año para la Policía
A un año de los Juegos Olímpicos, Scotland Yard vive la mayor crisis de su historia, sin responsable al cargo, entre acusaciones de corrupción y enfrentada a una ola de violencia sin precedentes.Scotland Yard está descabezada desde la renuncia, a mediados de julio, de su comisario jefe por el escándalo de los pinchazos. Una mala racha para un cuerpo veterano que cuenta con 32.500 efectivos y que presume de buenos métodos y relaciones con la comunidad desde 1829. Sin sustituto aún en el puesto de máximo responsable, es Tim Godwin quien ocupa el cargo de comisario jefe en funciones y quien da la cara estos días. Hoy volvió a insistir a los padres que tengan controlados a sus hijos, ya que muchos de los alborotadores son adolescentes, y aseguró que los culpables serán localizados, muchos gracias a las cámaras de seguridad instaladas en las calles de Londres. Se han suspendido los permisos para que hoy participen en el operativo extraordinario de seguridad todos los agentes, que al igual que los funcionarios se han visto afectados por los drásticos recortes en el gasto público decididos por el Gobierno de Cameron. Los problemas de Scotland Yard se producen a menos de un año de que, el 27 de julio de 2012, Londres inaugure los 30 Juegos Olímpicos, que plantean un extraordinario reto de seguridad para un país que mantiene un nivel de alerta terrorista “severo”. El responsable de comunicaciones del Comité Olímpico Británico (BOA), Darryl Seibel, expresó hoy su confianza en la capacidad de las autoridades para garantizar la seguridad de Londres 2012 y afirmó que los disturbios no afectarán a los preparativos. Otra cosa es la imagen que ha dado Londres con barricadas, saqueos e incendios en sus barrios, retransmitida por los medios de comunicación de todo el mundo

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