Un obrero inmigrante de 50 años, cuyo nombre corresponde a las iniciales D. A., falleció ayer como consecuencia de las heridas que sufrió el pasado martes tras caer desde cinco metros de altura cuando estaba trabajando en unas obras en un colegio en San Sebastián que “carecían de las más elementales medidas de seguridad”. Esta es la conclusión del informe preliminar de la Inspección de Trabajo, según fuentes de Empleo que cita Efe. Además, no existe comunicación de su apertura ni plan de seguridad, precisaron las mismas fuentes.

La Inspección de Trabajo, que podría abrir un acta de infracción, ha decidido paralizar la obra, en la que tanto el fallecido como su único compañero habían comenzado a trabajar el día anterior al siniestro montando un andamio tubular sobre la cubierta del patio. Ambos habían sido contratados por la Asociación Católica de Padres de Familia del centro, el colegio San Luis La Salle, sito en el número 16 de la calle Guardaplata Bidea de la capital guipuzcoana, para renovar su fachada y cambiar la cubierta del patio.

El siniestro se produjo cuando el operario caminaba con un saco de cemento de 25 kilos al hombro sobre unas planchas de madera de encofrado. Al entrar en una parte de la cubierta hecha de paneles de fibra de vidrio, esta cedió por el peso y D. A. cayó al patio, según el informe. El trabajador, que estaba cobrando el paro, según las mismas fuentes, fue trasladado a un centro sanitario donostiarra, donde murió ayer por la gravedad de sus lesiones.

En el accidente laboral coincidieron circunstancias que se vienen repitiendo en siniestros de este tipo: el fallecido es un trabajador inmigrante, contratado de forma irregular y empleado sin las medidas de seguridad obligatorias. Empleo recalcó que será “muy contundente” y pondrá todos los instrumentos a su alcance para evitar que se repitan hechos como este, que “forman parte de la economía sumergida”.

Ante lo sucedido, el Ejecutivo autonómico recordó que va a poner en marcha un plan integral que, entre otros aspectos, contemplará medidas para impedir la economía sumergida y otras irregularidades laborales, además de expresar su más “absoluta preocupción y rechazo por este tipo de situaciones que afectan a los más vulnerabes”.

Los sindicatos abertzales ELA y LAB denunciaron que los tres fallecimientos en accidentes laborales registrados en Euskadi y Navarra desde el pasado viernes “se podían haber evitado si las malas condiciones de trabajo fuesen cambiadas por otras que eliminasen los riesgos”. Hicieron constar que en los tres casos se daban “unas condiciones extremadamente precarias”, por lo que atribuyeron las muertes a la “pasividad de las administraciones públicas encargadas de velar” por la salud de los trabajadores.

El Ayuntamiento de San Sebastián expresó su rechazo por el fallecimiento del trabajador y exigió el esclarecimiento de las condiciones en las que estaba empleado.

Por su parte, la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Lohitzune Txarola, de Bildu, quien también deploró la muerte del operario, anunció una reunión con el resto de los partidos de la Cámara para acordar una declaración institucional de condena.