El paso del Estrecho pisa el freno

Diario Sur, FRANCISCO JIMÉNEZ, 31-07-2011

Una hilera de coches cargados hasta los topes desde Francia, Bélgica o Alemania, calcando sin reparos la maniobra que realiza el que va en cabeza, atestando las áreas de descanso de cualquier gasolinera y contribuyendo considerablemente al colapso de las carreteras al coincidir con la avalancha de turistas de cada verano. A grandes rasgos, estos han sido durante décadas los efectos de la Operación Paso del Estrecho en la red viaria de la provincia, no tanto por los inmigrantes magrebíes que eligen el puerto de Málaga para enlazar con el norte de África como sí por los que después de recorrer la Península de Norte a Sur siguen gastando rueda hasta Algeciras, epicentro histórico de este éxodo masivo hacia Marruecos y Argelia. Sin embargo, las cosas están cambiando y, año tras año, se va registrando una menor afluencia de vehículos, aunque aún siga siendo importante. Fuentes de la Dirección General de Tráfico aseguran que aún es pronto para hacer valoraciones, puesto que la fase de salida no concluye hasta el 15 de agosto (la de retorno termina el 15 de septiembre), pero sí que reconocen que la tendencia de los últimos años es a la baja.

Donde sí que tienen datos actualizados es en la Dirección General de Protección Civil y Emergencias. Desde el pico más alto alcanzado en 2007, el embarque de pasajeros en los puertos incluidos en el dispositivo del Ministerio del Interior (Algeciras, Tarifa, Almería, Málaga y Alicante) ha caído un 18% y en lo que va de año, el descenso va ya por el 6,4%. Así, desde el inicio de la operación salida el 3 de junio hasta el pasado miércoles han subido en los ferrys 997.765 personas y 265.714 vehículos; un 8,2% menos de coches que, lógicamente, tiene su repercusión en los accesos a Málaga y el trazado de la A – 7 que atraviesa la Costa del Sol. También se nota en las áreas de descanso de las estaciones de servicio en las que se venden tíques de navieras con destino a Ceuta o Tánger. «Este verano han bajado tanto la afluencia como las ventas de billetes», reconoce un empleado.

La situación también está más tranquila en el puerto malagueño, desde donde cada día parten hacia Melilla dos ferrys rápidos además del ‘melillero’ (los tres operados por Acciona). A falta de que se contabilice el repunte de este fin de semana, el tránsito de magrebíes ha bajado un 4,4% (36.410) respecto al mismo periodo de 2010, aunque sí que se mantiene la cifra de vehículos embarcados (4.456). En cualquier caso, la influencia del puerto de Málaga en la OPE es prácticamente mínima si se compara con Algeciras o Almería, puesto que apenas representa un 3,9% en viajeros y un 1,8% en coches.

«Nuestros parámetros prácticamente se mantienen año tras año, aunque este verano sí que hay un leve descenso seguramente por la incorporación de Motril, que realiza operaciones pero no está incluido oficialmente en el dispositivo», afirma el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, quien destaca que este año no se están produciendo problemas de acumulación de personas, salvo el registrado el pasado día 4 por la cancelación de un viaje a causa del mal tiempo.

La misma sensación de calma tienen los efectivos de la Guardia Civil destinados en el recinto náutico y que estos días refuerzan su presencia en los embarcos y desembarcos. «Hay una gran fluidez, como lo demuestra el hecho de que la carpa y el parking estén prácticamente vacíos cuando antes siempre estaban a rebosar», recuerdan desde el Instituto Armado. De ello también dan buena cuenta los miembros de la Cruz Roja y Protección Civil que se encargan de dar asistencia sanitaria y social a los viajeros (aseos, duchas y guardería, entre otros servicios). «El operativo está funcionando bastante bien y no se están registrando incidencias», destaca Carlos Guirado, coordinador local del dispositivo de la Cruz Roja. Precisamente esa descongestión es fruto de la reducción de los tiempos de espera por el aumento de viajes ofertados, la mejor organización en los puertos y la llegada escalonada de los propios viajeros, en contraste con lo que ocurría hace unos años, cuando el grueso se concentraba en agosto.

Este fin de semana es el último en el que se espera cierta intensidad en los puertos del sur de la Península, aunque no la suficiente como para cerrar la primera fase de la OPE con los 1,4 millones de embarques de los años previos al estallido de la crisis. Efectivamente, la situación económica tiene mucho que ver en esta pérdida de viajeros, pero hay otros factores menos coyunturales.

Un filón para las aerolíneas

El avión ha entrado con fuerza, hasta el punto de haber arañado a los barcos un 10% de pasajeros. Las aerolíneas empiezan a encontrar en el paso del Estrecho un filón y ya ofrecen vuelos de bajo coste desde cualquier punto de Europa, con casos en los que se permiten incluso 80 kilos de equipaje. Más rápido, más barato y, sobre todo, más cómodo. «Las segundas generaciones de inmigrantes se están decantando cada vez más por el avión, aunque el barco aún sigue siendo mayoritario», afirman desde la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, que gestiona el paso de dos tercios de los magrebíes que cruzan el Estrecho (entre Algeciras y Tarifas sumaban hasta el miércoles 666.574 viajeros). Pese a su volumen de operaciones, la cifra de usuarios del puerto de Algeciras ha bajado un 10,2% respecto a 2010, mientras que el de Tarifa es el único que sube (17%) al ser el único que enlaza directamente con la ciudad de Tánger (el resto van al puerto de Tánger Med, a 40 kilómetros).

Además, como ya ocurrió en 2010, el Ramadán se celebra en agosto, por lo que la mayoría de magrebíes han adelantado sus vacaciones a julio para poder practicar el ayuno en su lugar de residencia, de ahí que los días más conflictivos de la OPE 2011 ya hayan pasado. Otro aspecto que contribuye a este progresivo descenso es que los hijos y nietos de los que un día partieron hacia Europa en busca de trabajo han echado raíces, de forma que las nuevas generaciones van perdiendo el vínculo con el Magreb.

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