CARLOS FRESNEDA / Nueva York Corresponsal

La última baza de la camarera del Sofitel

Nafissatou Diallo acusa a DSK en la televisión para evitar que se cierre el caso

El Mundo, , 26-07-2011

Del total anonimato a las portadas de las revistas (Newsweek) y a las entrevistas televisivas (ABC). Nafissatou Diallo, la camarera de servicio del Sofitel, no sólo ha decidido dar la cara, sino que ha escenificado ante las cámaras la supuesta agresión a manos de Dominique Strauss-Kahn. Y ha dejado bien claras sus intenciones: «Quiero que vaya a la cárcel. Quiero que sepa que en algunos lugares no puedes usar el dinero y el poder para hacer cosas como ésta».

Por indicación de su propio abogado, Kenneth Thompson, Diallo ha querido jugar su última baza ante los medios y la opinión pública, ante el temor de que el fiscal Cyrus Vance pueda dar por cerrado el caso DSK en cuestión de semanas por su falta de credibilidad como víctima.

En la entrevista emitida ayer en el programa Good Morning America de la ABC, la camarera guineana de 32 años despliega sus dotes teatrales al contar sin tapujos cómo fue el supuesto forcejeo con el ex director del FMI en la cama del hotel, y cómo ella intentó disuadirle diciendo que temía perder su trabajo o que su supervisora estaba vigilando en el pasillo.

Diallo, que aparenta más edad de la que tiene, pierde varias veces la compostura durante el relato y llora con lágrima fácil ante su benigna entrevistadora, Robin Roberts, que le pregunta si sabía quién era DSK. «No lo sabía», asegura. «Lo supe un día después por las noticias, que era el hombre que podía ser presidente de Francia. Entonces pensé: ‘Van a querer matarme’».

«Nunca quise hablar públicamente sobre esto, pero no me han dejado otra opción», declaró la camarera del Sofitel, después de negar rotundamente que haya ejercido como prostituta. También admitió haber cometido «errores» en su pasado, pero aseguró que su declaración inicial sobre lo ocurrido el 14 de mayo en el habitación 2806 del Sofitel de Nueva York es rigurosamente cierta. «Dios es mi testigo», concluyó en la primera de las dos entrevistas concedidas a la ABC.

En otra entrevista, concedida a Newsweek, Diallo contaba detalles escabrosos del encuentro y así relataba cómo tras forcejear con DSK en la cama, éste consiguió ponerla de rodillas en el suelo, le agarró firmemente del cuello y le espetó: «Chúpame el… No puedo acabar de decirlo».

Diallo tendrá previsiblemente una ocasión más de testificar ante el fiscal Cyrus Vance antes de que éste decida si da carpetazo al caso o si hay finalmente juicio. Sus cuatro últimos testimonios, en el mes de junio, fueron tan tensos y contradictorios que el fiscal rompió la baraja, levantó el arresto domiciliario contra DSK y amenazó con retirar los cargos. Vance está intentando reconstruir desde entonces la acusación basándose en los testimonios de otras víctimas de DSK. Al fiscal no le ha sentado bien la decisión de Nafissatou Diallo de romper el silencio.

Benjamin Brafman, abogado de DSK, no tardó ayer en replicar con sorna a la ofensiva de la camarera del Sofitel: «Se trata de la primera acusadora en la historia que ha lanzado una campaña desesperada en los medios para intentar persuadir al fiscal para que incrimine a una persona de la que intenta conseguir dinero».

Otra evidencia comprometedora contra la víctima que maneja el fiscal es la grabación telefónica de una conversación con un preso de Sierra Leona, encarcelado en Arizona, con el que llegó a hablar del dinero de DSK. Los abogados del político francés han aireado por su parte la relación que Diallo mantuvo con un traficante de drogas que usó su cuenta para blanquear dinero. La camarera del Sofitel ha sido acusada también de mentir para lograr el asilo.

OORBYT.es

>Análisis de Carlos Fresneda. 3

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)