Navarra llega a 622.790 habitantes, el 11% más que en 2002, y el tramo más numeroso sube al de 35-39 años

el grupo de menos de 14 años crece el 23,7%, pero la población está lejos del relevo generacional

La Comunidad Foral sigue precisando inmigrantes para el sostén económico ante el imparable envejecimiento demográfico

Diario de Noticias, ana ibarra, 19-07-2011

pamplonA. Especialmente llamativo es el incremento en el tramo de edad que va de los 0 a los 14 años, el 23,7%, pero el grupo que acumula más personas es el que oscila entre los 35 a los 39 años. Si hace menos de una década el tramo de 30 a 34 años era el más numeroso, en 2011 el corte se desplaza hacia arriba cinco años, grupo que ahora suma 53.041 habitantes, el 8,5% de la población total, según los datos de julio difundidos ayer por Instituto Nacional de Estadística (INE).

Y si en el mismo periodo de 2002, el tramo de 30 a 34 años era el más nutrido, seguido muy de cerca por el de 25 a 29, la realidad cambia en 2011, ya que el escalón más numeroso es, como se ha dicho, el de 35 a 39 años, y el siguiente en número de censados es del grupo de entre 40 y 44 años. El tercer lugar corresponde a los 30 – 34 años.

Los cambios también son relevantes sin comparamos los intervalos de menos edad con los de más edad. De hecho, de 0 a 14 años la población crece en 18.415 habitantes frente a los 12.359 de aumento de los mayores de 65 años. El problema es la evolución que sigue la pirámide en su espacio central. Las generaciones más jóvenes de 15 a 29 años se reducen en 18.104 navarros y navarras menos (pasan a ser del 20,63% del total al 15,65% en diez años), mientras que a partir de los 35 años el número crece en 47.210. De hecho, el tronco central de edades medias comprendidas entre los 35 y los 65 años han aumentado del 39,09% al 42,75%. Y la población mayor de 80 años ha pasado de ser el 4,7% al 5,93% en la última década.

tercera edad Por otro lado, los datos del INE indican que la tercera edad compone un colectivo de 112.981 habitantes (el 18,14% del total frente al 17,96% que representaban hace nueve años) destacando el importante número de octogenarios que suman 30.564. Centenarios hay un total de 165 frente a los 74 censados en julio del 2002. No en vano, la esperanza de vida en la Comunidad Foral es una de las más altas del conjunto del Estado. En el primer semestre del año pasado murieron 2.662 personas, y la esperanza de vida fue de 80,01 años para los varones y de 86,07 para las mujeres, mientras que en el Estado fue de 78,81 y 84,81 respectivamente.

Para el sociólogo Goyo Urdaniz, dos son las razones que explican el corrimiento de la pirámide hacia la base. Por un lado, señala, las parejas nacidas en el baby boom, entre los años 1975 y 1980 y que ahora tienen entre 35 son las que han contribuido a que haya las mayores tasas de natalidad, y por otro lado la entrada de población inmigrante en edad de trabajar y con edades entre los 20 y los 44 años. Una vez terminado el ciclo de fertilidad de esta generación, aunque crece ligeramente la tasa de natalidad (principalmente porque las mujeres inmigrantes tienen más hijos) por otro lado comienza a decrecer el número de personas en edad fértil lo que marca una tendencia clara al envejecimiento de la población.

“Tenemos una estructura de población muy envejecida, que necesita de la inmigración para su sostenimiento económico”, reconoce Urdaniz. “El envejecimiento es paulatino pero imparable porque la inmigración se va conteniendo”, remarca. Cabe recordar que la población inmigrante representa en la actualidad un 11,1% de la población total.

Como ejemplo de los riesgos de los cambios demográficos en lo que se refiere a pensiones y sostenimiento de los mayores, si comparamos lo que sucederá dentro de 30 años entre el tramo que edad que ahora tiene de 0 a 4 años y el de 35 a 39 años, el de más peso poblacional en la actualidad, el resultado será que cuando estos últimos alcancen la edad de jubilación serán sostenidos económicamente por unas 19.500 personas, o posibles futuros cotizantes menos, que es la diferencia que separa en la actualidad ambos tramos. Estos datos ponen de relieve que Navarra se encuentra lejos del relevo generacional.

saldo migratorio Por otro lado, el saldo migratorio de la población navarra a 1 de julio del 2011 es negativo en 415 personas, dato que resulta de la diferencia al restar las 3.266 personas que emigraron al exterior las 2.851 que entraron a la Comunidad Foral. El año pasado salieron 5.841 personas y entraron 5.615. Asimismo, el denominado saldo interprovincial por desplazamientos entre comunidades fue de 448 personas a favor de Navarra al restar los 4.726 que entraron los 4.279 que salieron.

El año pasado el saldo fue también en positivo en 2.005 personas. Las cifras tienen una lectura clara y es que aunque hay más personas que se marchan de Navarra empatan con los inmigrantes que llegan desde otras provincias a nuestra Comunidad en busca de nuevas oportunidades.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)