La plaza del Arriaga amaneció ayer limpia y sin tiendas de campaña. En una rápida operación, treinta agentes de la Policía Municipal y varias unidades de la Ertzaintza desalojaron a las 69 personas que quedaban en el enclave en el que empezó a manifestarse el movimiento del 15 – M en Bizkaia. El grupo de acampados, que estaba formado mayoritariamente por magrebíes y otros inmigrantes de diverso origen, ya se había comprometido con Bilboko Konpartsak a levantar el asentamiento con motivo de la instalación de las carpas de la Aste Nagusia. Pero el Ayuntamiento se les adelantó y, sobre las seis y media de la mañana, decidió poner fin a dos meses de una protesta que, según el concejal de Seguridad Ciudadana, Tomás del Hierro, «ya no se correspondía con el perfil del 15 – M».

Durante las últimas semanas, el asentamiento emplazado en los aledaños del Arriaga poco tenía que ver con el que iniciaron los ‘indignados’ a mediados de mayo. «La plaza se había convertido en un reducto de personas ‘sin techo’», aseguró Del Hierro, que constató que sólo 14 ciudadanos de nacionalidad española integraban el grupo de acampados. Varias peleas y la incautación de material robado en una de las tiendas de campaña durante el pasado fin de semana fueron el detonante para que el Ayuntamiento se decidiese a desalojar la zona sin esperar a los prolegómenos de la Aste Nagusia. La acumulación de desechos – los agentes recogieron más de 18.000 kilos de basura – fue otro de los motivos que impulsó al Consistorio a poner fin a la iniciativa. «Las condiciones de salubridad no eran las mejores», recalcaron fuentes municipales.

Azkuna también tuvo palabras para el desalojo en una entrevista radiofónica. «Hemos tenido mucha paciencia con los ’indignados’», remató el alcalde, que añadió que en los últimos días habían recibido «quejas de la gente» por la permanencia del asentamiento. El regidor recalcó que los acampados «no podían quedarse toda la vida en el Arriaga», y mucho menos «durante las fiestas».

Mostrar la exclusión

Los miembros del movimiento 15 – M no entienden por qué se ha levantado el campamento antes de lo acordado con Bilboko Kon – partsak. «Aunque no fuera oficial, los que quedaban en la plaza ya habían confirmado que se irían antes de arrancar las fiestas», apuntó Xixili Fernández, portavoz del colectivo. No obstante, también recordó que «el asentamiento del Arriaga ya no era nuestro objetivo principal, porque hace semanas que se han creado comisiones en los pueblos y barrios».

Horas después del desalojo, un centenar de simpatizantes del 15 – M analizaron la situación frente al simbólico teatro. A pesar de que el levantamiento «fue pacífico», varios miembros del movimiento denunciaron «vejaciones verbales» por parte de los agentes. «Algunos se rieron de los acampados mientras los identificaban y les tiraron objetos de valor, como unas muletas», afirmó un grupo de jóvenes. «Sólo tuvieron diez minutos para marcharse», aseguró otra persona. Algunos también insinuaron que el repentino desalojo pudo tener algo que ver con la visita que el jurado de la capitalidad del Diseño inicia hoy. «No querían ofrecer esta imagen de la ciudad», valoraron varios ‘indignados’, que consideran que la presencia de gente sin hogar en el campamento ha servido para «hacer visible el problema de exclusión social que existe en Bilbao».