Juzgan a un marroquí acusado de violar a su novia

La joven asegura que le suplicó llorando que parara pero él insistió en que la relación fue consentida

La Voz de Galicia, lugo / la voz, 14-07-2011

Un marroquí de 33 años se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial, acusado de agredir sexualmente a su entonces novia, en agosto del año 2008. El fiscal solicitó inicialmente una condena de once años de prisión y alejamiento de la joven durante un periodo de 13 años. En tanto que la víctima relató con detalle lo ocurrido aquella noche, en la que ella asegura que, llorando, le suplicó que parara, mientras la violaba anal y vaginalmente, él dijo que las relaciones habían sido consentidas en todo momento. Comentó al tribunal que nunca habían mantenido relaciones sexuales que no fueran «normales» y que ella no lloró «ni nada».

La pareja convivía los fines de semana en la casa del padre de ella. Antes los encuentros eran en un piso que compartían varios compatriotas del encausado. Éste aseguró que la ruptura, después de cinco meses de relaciones, creía que obedecía a que ella sentía celos.

Comprar un coche

El marroquí negó que le hubiera propuesto a su entonces novia que se pusiera a trabajar para ganar dinero para poder comprarse un coche. Ella sin embargo, aseguró que sí se lo había dicho, que no le servía cualquier coche y que quería ir en él a Marruecos a ver a su madre y le propuso llevarla.

Denuncia a los tres meses

La chica reconoció que había tardado tres meses en presentar la denuncia porque no se sentía arropada por su familia y porque no tenía ánimo para ello. Explicó que su padre, en cuya casa vivía y pasaba los fines de semana con el acusado, cuando le contó lo ocurrido se limitó a decir que esas cosas se arreglaban en casa y esa noche regresó tarde, bebido. Su madre, según dijo, tampoco mostró demasiado interés, aunque reconoció que había llamado al marroquí en varias ocasiones para recriminarle lo que le había hecho.

La víctima dijo que se decidió a comparecer en comisaría y denunciarlo, después de pasar tres meses muy malos, porque la psicóloga que la atendía en aquellos momentos le dijo que no empezaría a mejorar hasta que no solucionara ese problema y que la posibilidad que tenía era la de denunciar a su ex novio.

La joven reconoció que le había propinado un bofetón a su entonces novio después de la contestación recibida en su móvil tras mandarle un mensaje en el que le hablaba de la posibilidad de que estuviera embarazada. Admitió que posteriormente le pidió perdón porque esa no era su forma de proceder.

La mujer, que estaba a tratamientos psicológico antes incluso de conocer al marroquí, no trabaja e intentó suicidarse en varias ocasiones. Según dijo, ella dio por terminada la relación después de la noche en la que él la forzó, algo que no se esperaba, aunque matizó que la relación con él, a medida que avanzaba en el tiempo iba cambiando. Según dijo, al principio era muy cariñoso pero después no quería que saliera sola ni que pusiera falda ni escote.

No pidió perdón

La chica contó cómo la había agarrado de los pelos y cómo la inmovilizó con un brazo mientras la agredía sexualmente. Él se quedó dormido después. Comentó que había esperado que él le pidiera perdón por lo ocurrido, algo que no se llegó a producir. Relató que se presentó en su casa para devolverle los regalos, entre ellos una alianza y que tenía toda la intención de quedarse como si no hubiera ocurrido nada.

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