Ceuta y Melilla están preparando el envío a la península de decenas de inmigrantes ilegales recién llegados a sus costas que han desbordado la capacidad de sus centros de acogida, en los que se amontonan más de 1.300 personas pese a tener una capacidad total de menos de mil.

Con el buen tiempo, la presión migratoria se ha incrementado tanto en las ciudades autónomas como en las costas de Granada y Almería, donde no paran de llegar pequeñas pateras cargadas con grupo de 10 o 20 personas.

Preguntada en Ceuta por el incesante goteo de pateras, la secretaria de Estado de Inmigración aseguró prever “un verano de estar atentos pero no de tener una preocupación especial a corto plazo”.

En Ceuta y Melilla, la llegada de pequeños grupos de inmigrantes tiene lugar a nado, en embarcaciones de playa, con flotadores o incluso por la vía del salto a la valla fronteriza.

En lo que va de julio, 148 inmigrantes han sido detenidos cuando pretendían acceder a la ciudad autónoma de Ceuta, por lo que el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), con una capacidad de 512 plazas, aloja ya a 648 personas.

Las cifras en Melilla, ciudad a la que han conseguido acceder alrededor de 90 inmigrantes en las mismas fechas, superan también la capacidad del centro de acogida que, a día de hoy, alberga a unas 700 personas, cuando su ocupación óptima es de 480.

Así, los delegados del Gobierno de ambas ciudades han gestionado con la Secretaría de Estado de Inmigración el envío de inmigrantes a la península para mantener la ocupación de sus respectivos CETIs en “niveles asumibles”.

El delegado del gobierno en Melilla, Antonio Claret, ha manifestado su “preocupación” por la situación del CETI y ha explicado que se prevé que esta misma semana sea trasladado a un primer grupo de unas 40 personas hacia la península.

Entre tanto, la Delegación del Gobierno ha solicitado ayuda al Ejército para instalar literas en las que alojar a todos los acogidos y ha reforzado la vigilancia por parte de la Guardia Civil ante el temor de que surjan conflictos por la saturación.

También la Delegación del Gobierno en Ceuta ha confirmado que está gestionando con la Secretaría de Estado de Inmigración la salida de algunos grupos hacia la península, bien en dirección a centros de acogida o bien a centros de internamiento como paso previo a su expulsión del país, con el fin de aliviar la presión que soportan.

La secretaria de Estado de Inmigración, Anna Terrón, visitó la semana pasada Ceuta y anunció “próximas salidas” de los inmigrantes acogidos en el CETI, aunque no especificó si se trataba de traslados o repatriaciones.

“Llegar no quiere decir permanecer, por lo que la entrada irregular está abocada a la repatriación”, dijo Terrón.

Las pequeñas embarcaciones cargadas con decenas de inmigrantes también están llegando sin cesar a las costas de Granada y Almería, donde los servicios de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil han interceptado a unas 530 personas desde principios de junio.

Diez mujeres embarazadas, dos bebés de meses y al menos dos niños de menos de siete años son algunos de los inmigrantes rescatados tras ser detectados a bordo de frágiles embarcaciones en el Mediterráneo.

Cargadas con una media de unos 20 irregulares, estas embarcaciones suelen llegar en “oleadas” de tres o cuatro.

Así, los días 15 y 16 de junio llegaron a las costas de Almería cinco embarcaciones; unos días más tarde, el 23 de junio, Salvamento Marítimo rescató una patera de 54 pasajeros y buscó infructuosamente otra supuestamente cargada con 42 personas en las costas de Granada.

En menor medida, las costas de Málaga y Mallorca también han detectado un aumento de las llegadas de embarcaciones muy frágiles y sobrecargadas de hombres, mujeres y niños.