Con el bueno tiempo la presión migratoria se ha incrementado en ambas ciudades autónomas con la llegada de pequeños grupos de inmigrantes a nado, en embarcaciones de playa, con flotadores o incluso por la vía del salto a la valla fronteriza, como esta madrugada hicieron cuatro subsaharianos que están siendo buscados por las fuerzas de seguridad.

En lo que va de julio, 148 inmigrantes, todos subsaharianos, salvo dos argelinos, han sido detenidos cuando pretendían acceder a la ciudad autónoma de Ceuta, según informaron a Efe fuentes de la Guardia Civil, por lo que el CETI, con una capacidad de 512 plazas, aloja a 648 personas.

Las cifras en Melilla, ciudad a la que han conseguido acceder alrededor de noventa inmigrantes en las mismas fechas, superan también la capacidad del centro de acogida que, a día de hoy, alberga a unas 700 personas, cuando su ocupación óptima es de 480.

El delegado del gobierno en Melilla, Antonio Claret, manifestaba ya ayer su “preocupación” por la situación del CETI y porque el número de acogidos mantengan unos “niveles asumibles” y se prevé que esta misma semana sea trasladado a un primer grupo de unas 40 personas hacia la Península.

De momento, la situación ha obligado a la Delegación del Gobierno a solicitar literas al Ejército para poder alojar a todos los acogidos en el CETI de Melilla. Las circunstancias han obligado también a la dirección del Centro de Estancia temporal ceutí a una reorganización interior del recinto para poder dar cabida a los nuevos inmigrantes, que llegan prácticamente a diario.

La Delegación del Gobierno en Ceuta ha asegurado a Efe que se está gestionando con la Secretaría de Estado de Inmigración la salida de algunos grupos hacia la península, bien en dirección a centros de acogida o bien a centros de internamiento como paso previo a su expulsión del país, con el fin de aliviar la presión que soportan. Pese a la saturación, el CETI de Ceuta mantiene su actividad diaria normal, según la Delegación del Gobierno, ya que no se ha prescindido de aulas formativas y continúan las actividades habituales en su interior.