El barrio de Lavapiés volvió ayer a protagonizar una algarada contra las fuerzas de seguridad, en este caso contra agentes de la la Policía Municipal. Poco antes de las diez de la noche de ayer, una patrulla arrestaba en las cercanías de la plaza de Lavapiés a un individuo al que llevaba siguiendo durante dos días por un presunto delito relacionado con el tráfico de drogas. A los pocos minutos, decenas de personas que permanecían en la plaza comenzaban a gritar e insultar a los agentes, con el objetivo de impedir el arresto. Los agentes se vieron rodeados, por lo que llamaron a las Unidades Centrales de Seguridad, cuyos efectivos se personaron a los pocos minutos.

Pese a la llegada de refuerzos, los vecinos prosiguieron con sus insultos contra los agentes, que poco a poco retrocedieron en sus posiciones hasta volver a montarse en los vehículos policiales para salir de la zona. Los agentes lograron trasladar al detenido a una comisaría de Policía Nacional, donde se le filió, de 26 años de edad y nacionalidad senegalesa, que contaba con antecedentes por tráfico de drogas. Pese a la tensión que se registró no hubo violencia física. La Policía no tuvo que utilizar el material antidisturbios.
Segunda vez en una semana

Esta es la segunda vez en una semana que se producen algaradas populares en Lavapiés. El pasado martes, un grupo convocado por redes sociales abroncó a la Policía Nacional cuando una patrulla identificaba a un inmigrante que se había colado en el Metro poco antes de las nueve de la noche. La labor policial fue contestada con cierta violencia por parte de los descontrolados, que zarandearon los coches de los agentes, que pidieron refuerzos. Como ayer, los momentos de tensión no llegaron a más y no se produjeron ni detenciones ni escenas de violencia física por el altercado.