Otra batalla por el 'top manta'

Las Provincias, J. PASCUAL | CASTELLÓN., 13-07-2011

Vuelve el verano y, con él, los conflictos que se llevan acumulando en los últimos tiempos con un grupo de senegaleses en la localidad de Peñíscola. Ayer, un grupo de inmigrantes de este país se manifestaban a las puertas de los juzgados de Vinaròs para denunciar lo que, a su juicio, son «abusos» por parte de la Policía Local.

El último capítulo estriba en una denuncia de tráfico a uno de estos inmigrantes el pasado domingo. La Policía asegura que simplemente se le multó por incumplir las normas de tráfico y, tras pedirle la documentación, se le tuvo que detener por resistencia a la autoridad.

La versión del africano es distinta. Asegura que fue detenido por aparcar mal la bicicleta y que le dispararon con una pistola de aire comprimido. Ayer, en las puertas de los juzgados del norte de la provincia aseguraban que «somos personas» y acusaban a los agentes de racismo. Un extremo totalmente desmentido tanto por los agentes como por el alcalde de la ciudad, Andrés Martínez, quien defendió la legalidad de todas las actuaciones de los agentes de la localidad turística.

Pero este no es el primer enfrentamiento entre ambas partes. El año pasado, en pleno verano, un turista portugués denunció haber sido víctima de una agresión por parte de los vendedores del ‘top manta’ en Peñíscola. Meses antes, en plena campaña estival, fue la Policía Nacional la que detuvo a 13 de estos vendedores tras «resistirse de forma grave a la autoridad».

Detrás de toda la polémica parece estar el estricto control que los agentes tienen sobre este tipo de venta prohibida. Tanto que este año se ha apostado por evitar cualquier tipo de venta en el paseo de Peñíscola, para de esta manera mejorar el control del ‘top manta’. Una decisión no exenta de polémica, ya que los vendedores que sí tenía autorización han visto como se les impide realizar su actividad, por culpa de intentar mantener la tranquilidad en la localidad.

Y es que desde hace unos años, la fuerte presión ejercida en Cataluña sobre esta venta de productos ilícitos disparó la presencia de ‘manteros’ en los lugares clave de Peñíscola, lo que obligó al Ayuntamiento a redoblar la presión, evitando cualquier tipo de actividad ilícita. Una muestra de la fuerte presión fue que ayer fueron requisados 1.300 productos ilegales falsificados, en cumplimiento de las normativas establecidas.

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