La Delegación del Gobierno tiene ya todo preparado para que comience en Melilla la Operación Paso del Estrecho (OPE). Del 15 de julio al 15 de septiembre se espera que pasen por el puerto de la ciudad unos 83.000 marroquíes que regresan de su país de origen y vuelven a las ciudades donde viven. En total, cerca de 150 personas, entre ATS, traductores, asistentes sociales, personal sanitario y policial participan en el dispositivo organizado, muy similar al del año pasado.

El delegado del Gobierno presentó ayer el dispositivo organizado para la Operación Paso del Estrecho que, en Melilla, afecta en su fase retorno. Antonio María Claret, que estuvo acompañado por el jefe de Protección Civil de la Delegación, Mohamed Mohamed, recorrió las instalaciones portuarias comprobando que cuentan, además de con mezquita, con una zona de asistencia sanitaria.

El dispositivo de este año se ha preparado en función de los resultados obtenidos en 2010. Durante la fase de retorno del año pasado por el puerto melillense pasaron 83.150 viajeros y 13.269 vehículos, un 7,4 por ciento menos de pasajeros que el año anterior.

Claret cree que la crisis afectará también este año a la Operación Paso del Estrecho y que serán menos los marroquíes que utilicen el puerto para regresar a sus hogares. Para que la fase retorno se desarrolle dentro de la normalidad y sin incidencias, la Delegación del Gobierno ha preparado un dispositivo en el que participan cinco ATS, cinco traductores, cinco asistentes sociales, miembros del 061, ocho personas del servicio de soporte de la Autoridad Portuaria, la policía portuaria, 24 agentes de la Guardia Civil, 25 efectivos de la Policía Nacional y 45 voluntarios de Cruz Roja.

Por primera vez este año coinciden en la Operación Paso del Estrecho dos navieras operando en Melilla: Acciona, que cubre las líneas de Málaga y Almería, y Armas, que enlaza la ciudad con Motril. Según el delegado del Gobierno, la rotación de barcos será mayor que en años anteriores, por lo que se atenderá de una forma más continuada. Como este año el Ramadán tendrá lugar en agosto, Antonio María Claret cree que durante este periodo se reducirá todavía más el número de viajeros y que los días de mayor afluencia se registrarán durante la última quincena de julio y la primera de septiembre.