Primero la obligaron a cometer pequeños hurtos en distintas poblaciones de la provincia de Alicante. Y dos meses más tarde dieron una vuelta de tuerca más a la explotación que ejercían sobre su víctima, una menor rumana de 15 años, y optaron por prostituirla las 24 horas del día en una casa de citas que regentaban en la ciudad de Alicante. Los autores de la inhumana acción eran un matrimonio rumano, a su vez, tíos carnales de la adolescente.

La policía nacional de Alicante ha puesto fin al calvario de la muchacha con el arresto de sus dos tíos y de un proxeneta de nacionalidad francesa, que regentaba un piso – burdel en el centro de la ciudad de Alicante desde hace un mes y medio.

La chica, sin ningún otro familiar directo en España, al margen de sus desaprensivos tíos, fue trasladada a un centro de protección de menores. Mientras, los tres arrestados fueron puestos a disposición judicial.

Las pesquisas policiales que desembocaron en la liberación de la chica y el arresto de sus explotadores comenzaron cuando los agentes pertenecientes a la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras – UCRIF – , tuvieron conocimiento de que en una céntrica vivienda de Alicante había una menor ejerciendo la prostitución.

La policía averiguó que la adolescente se encontraba en España bajo la tutela de un matrimonio, tíos de la menor, “que estaban lucrándose de los beneficios obtenidos por su explotación sexual”, precisa un comunicado la Comisaría de Alicante.

Según la nota de la comisaría, los responsables del burdel sometían a las chicas, entre ellas la menor rescatada, a estrictas medidas restrictivas de su libertad de movimientos, con severas normas de comportamiento. Uno de los mandatos del grupo de explotadores era obligar a las mujeres a trabajar las 24 horas del día, sin apenas poder salir de la casa, salvo dos horas para comer.

Si las chicas no acataban el plan de los proxenetas, se enfrentaban a multas o simplemente se les impedía el regreso.