Salt pide limitar por cuotas los extranjeros en pueblos saturados

El alcalde de CiU del municipio gerundense quiere actuar contra la «presión excesiva»

El Mundo, DANIEL G. SASTRE, 11-07-2011

El debate sobre la inmigración protagonizó la campaña electoral en Cataluña y sigue dando que hablar. Lo último ha sido que el alcalde de Salt (Gerona), Jaume Torramadé, de CiU, es partidario de establecer «un porcentaje máximo de recién llegados» en los municipios que ya tengan un alto porcentaje de inmigración. Según él, eso ayudaría a una mejor redistribución de los extranjeros.

En una entrevista concedida a Europa Press, Torramadé expuso ayer que su principal objetivo es corregir el rumbo que sigue su ciudad que tiene 31.000 habitantes y un 45% de población inmigrante, un porcentaje que el regidor considera demasiado elevado y ofrecer «un modelo de país» centrado en la sociedad catalana en el que puedan fijarse los inmigrantes recién llegados.

«No quiero poner un número máximo de inmigrantes, pero sí que hay que tener en cuenta la media del país [en España es del 16%] y, en los municipios que estuvieran muy por encima de esto, establecer unos sistemas, un régimen especial, con el objetivo de salir» de ello, aclaró el alcalde. En su municipio, el partido xenófobo Plataforma per Catalunya es la tercera fuerza política.

Torramadé añadió que, si todos los municipios estuvieran en esa media, no habría problemas o los problemas serían los mismos para todos. En su opinión, «dejar la cosa a su natural evolución no corrige el problema», hay que mirar cada situación y reconocer que hay determinados municipios con una «presión excesiva».

Con la intención de corregir la situación, el alcalde de Salt (uno de los pocos que tiene Unió, cuyo líder, Josep Antoni Duran Lleida, acudió a su toma de posesión tras las elecciones del 22-M) se propone conseguir que en el centro de la ciudad vuelvan a vivir autóctonos.

Para ello, estudia que desde la oficina de Vivienda se desarrollen medidas para que los pisos que el Consistorio pueda comprar y poner en alquiler o venta estén a disposición de gente autóctona.

Torramadé también se preguntó por qué no se obliga a las localidades que construyen grandes polígonos industriales a edificar viviendas de protección oficial para la gente que va a trabajar a esos polígonos. «Hay municipios muy pequeños en número de habitantes que son riquísimos y no saben qué es la palabra endeudamiento, y en los que la gente que va a trabajar allí luego pertenece a municipios como Salt», dijo.

«Quizá sería mejor que lo compartiésemos todo un poco, porque seguramente si los mismos inmigrantes que hay estuvieran distribuidos de manera diferente no tendríamos problemas ninguno y todo sería más sencillo», afirmó el alcalde.

Torramadé también quiere que en las escuelas en las que el porcentaje de niños con necesidades educativas especiales sea muy elevado, sean los centros educativos vecinos los que acojan parte de este alumnado. El regidor se queja porque, según él, a pocos kilómetros de su pueblo hay municipios en cuyos colegios no hay inmigrantes: «Ni aquel mundo es real ni el nuestro tampoco».

De todos modos, cree que las medidas no funcionan si no forman parte de un plan global, y por ello insiste en crear una asociación de municipios con «alto índice de inmigración extracomunitaria pobre».

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