El líder rumano desata la ira de Moscú

La Verdad, PACO SOTO, 11-07-2011

Basescu (sentado), junto al entonces presidente ruso, Putin, en una cumbre en 2008. :: REUTERS

Rumanía ha provocado una dura polémica con Rusia después de que su presidente, el conservador Traian Basescu, justificara la agresión de la Alemania nazi a la URSS durante la Segunda Guerra Mundial. Rumanía participó en la contienda desde junio de 1941 y fue un fiel aliado de Hitler hasta 1944, cuando un golpe de Estado derrocó al mariscal Ion Antonescu, que lideró un régimen fascista que asesinó a unos 300.000 judíos rumanos y ucranianos, y colocó en el poder al rey Miguel I. Después, el país balcánico se unió a la coalición antinazi.

En declaraciones a la cadena de televisión B1TV, el jefe del Estado rumano consideró justo que el mariscal Antonescu autorizara la participación de compatriotas en la ofensiva de los nazis contra la URSS, y aclaró que en su lugar hubiera tomado la misma decisión. Basescu también calificó de «traición» la abdicación de Miguel I, el 1 de diciembre de 1947, porque, en su opinión, el monarca se convirtió en «un lacayo de los rusos».

Las declaraciones de Basescu han irritado profundamente a muchos ciudadanos y medios de comunicación rumanos y a los dirigentes rusos. El jefe del Kremlin, Dmitri Medvédev, descalificó duramente a Basescu, al que acusó de manipular la historia. «Estas bravuconadas vergonzosas justifican la agresión fascista y profanan la memoria de millones de víctimas del nazismo», declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Aleksander Lukachevitch.

Lukachevitch aseguró que «en Rusia (donde murieron 27 millones de personas durante la Segunda Guerra Mundial) mucha gente está indignada por las declaraciones de Basescu». Pero el dirigente rumano volvió a la carga, y declaró: «Parece que algunos son sensibles cuando se habla de historia. Yo no soy historiador, pero creo que mi respuesta está en total acuerdo con la posición de Rumanía, que a través de su Parlamento condenó el pacto Ribbentrop – Molotov (alianza de no agresión entre la Alemania de Hitler y la URSS de Stalin). No entiendo que algunos se hayan molestado, porque la Unión Soviética ya no existe».

«No he cometido errores»

Traian Basescu aclaró que «no tengo ningún complejo, ya que no he cometido errores que puedan afectar a los rumanos». El Ministerio de Exteriores intentó quitar hierro a la polémica entre Bucarest y Moscú y consideró que «no tiene fundamento la reacción pública» de Rusia.

El exjefe de Estado rumano Ion Iliescu, que perteneció al régimen comunista y es uno de los principales dirigentes socialdemócratas, consideró que las declaraciones de Basescu son «inadmisibles» y demuestran sus «deficiencias culturales» y «falta de responsabilidad». Y consideró que el presidente tiene que «pedir disculpas», porque sus ideas «le descalifican como persona y como jefe de Estado».

El secretario general de la OTAN – organización a la que pertenece Rumanía – , Anders Fogh Rasmussen, se vio en la obligación de intervenir en el conflicto para «preservar» el «diálogo abierto entre Rusia y la Alianza Atlántica». Rumanía está en el punto de mira de Moscú desde que aceptó la instalación de una base de interceptores de cohetes de medio alcance y del modelo SM – 3 en su territorio en el marco del escudo antimisiles (ABM) que el presidente Barack Obama quiere impulsar en el este europeo.

En la etapa comunista, Rumanía fue un fiel aliado de la URSS durante tiempo, pero el dictador Nicolae Ceausescu se distanció del Kremlin y estableció buenas relaciones con Occidente, del que recibió préstamos y ayuda económica. El denominado ‘genio de los Cárpatos’ fue derrocado en diciembre de 1989 por un golpe protagonizado por un sector del Partido Comunista y los aparatos de seguridad. Al frente de la rebelión se situaron personajes del sistema como Iliescu, hombre de confianza de la URSS, y Petre Roman.

El dictador y su esposa Elena fueron ejecutados tras un simulacro de juicio y la mayoría de los antiguos dirigentes comunistas y los responsables policiales y militares siguieron en el poder. Buena parte de la actual clase política rumana colaboró activamente con la Securitate, la temible policía política. El propio Basescu, que nació en 1954 y se diplomó por el Instituto Naval y oficial de la Marina Mercante, no fue un opositor a Ceausescu. Se dedicó a su profesión y llegó a ser un alto funcionario del Ministerio de Transportes. En 1989 fue nombrado responsable de la agencia NavRom en Amberes, por lo que se supone que era un hombre de confianza del dictador y un colaborador de la Securitate.

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