Los impulsores de la mezquita de Zaramaga rechazan una lonja en Portal de Villarreal

El Correo, BEATRIZ CORRAL, 08-07-2011

La apertura de la polémica mezquita de Zaramaga continúa en el aire después de que el pasado lunes el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, dijera que su ubicación en un local de la calle Martín Olave es «inadecuada» y avanzara su deseo de buscar otra alternativa. Y es que la primera propuesta del equipo de gobierno del PP se ha topado con la frontal oposición de la comunidad musulmana.

Según ha podido saber EL CORREO, el miércoles el PP se dirigió a los portavoces de la asociación cultural de paquistaníes de la ciudad que desean crear el nuevo espacio de culto y les ofreció una lonja en el número 52 de la calle Portal de Villarreal. Esa misma tarde, los interesados visitaron el espacio y el veredicto fue unánime: no.

¿Las razones? Múltiples, según Ijaz Ahmed, presidente de los paquistaníes de la capital alavesa. En primer lugar, sus dimensiones, de poco más de 130 metros cuadrados, resultan «insuficientes» para los más de 1.500 fieles que calculan usarán estas instalaciones. Tampoco el alquiler resulta factible. «Ésta cuesta 600 euros al mes y la que ya tenemos son 390 euros», sostiene Ahmed. Recalca asimismo que no está orientado a La Meca y se halla muy alejado de la ubicación que ellos desean.

Para el Ramadán

«En 5 o 10 minutos todo el mundo puede llegar a la otra lonja, pero ésta está muy mal para los que no tienen coche y venir cinco veces al día a rezar es más complicado para los que viven, por ejemplo, en la calle Venezuela o Perú», reconoce.

Tras transmitir su negativa al Ayuntamiento, por ahora permanecen a la espera de que éste les proponga otra alternativa, la cual confían que se produzca en breve. «Queríamos tener la mezquita preparada para el inicio del Ramadán, que es a principios de agosto, y no sabemos si será posible», lamenta Ahmed, quien insiste en que, pese a la aparición la semana pasada de «sangre y carne de cerdo» en el interior de la lonja de Martín Olave, ésta sigue siendo, por ahora, su mejor opción. «Ya estamos pagando tareas de fontanería y electricidad y si cambiamos, ¿quién nos los devuelve?», se cuestiona. «Sólo queremos un lugar donde rezar, sin molestar a nadie», insiste.

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