Vecinos de Zaramaga tomarán medidas para poner fin al conflicto de la mezquita

El Correo, JUAN C. BERDONCES, 04-07-2011

El ataque de la semana pasada contra la lonja de la futura mezquita que quiere implantar en Zaramaga la asociación cultural de paquistaníes de Vitoria ha subido el tono de la polémica. El director de Inmigración del Gobierno vasco, Miguel González, instaba el sábado a los integrantes de la plataforma contraria a la instalación del templo a condenar el hecho – el local fue forzado y arrojaron a su interior sangre y carne de cerdo – porque, si no, su posición en el conflicto quedaría «deslegitimada».

La respuesta vecinal llegó ayer, a través del presidente de la asociación Iparralde – Zaramaga, Fernando Cuesta. «Hay que poner un poco de cordura en este asunto para acabar con la polémica», explicaba a EL CORREO. En este sentido, añadía que los ciudadanos que se manifiestan cada jueves en señal de protesta por la mezquita que se pretende abrir en la calle Martín Olave podrían suspender ya estas concentraciones.

«El colectivo que impulsa la mezquita también está intentando acercar posturas con los vecinos», asegura Cuesta, convencido de que el diálogo es la única fórmula para solucionar el conflicto.

Y con este propósito Iparralde – Zaramaga, a través de la federación de Vecinos de Vitoria y Álava (VVA), quiere impulsar una reunión con los «líderes de los colectivos musulmanes presentes en Vitoria» para abordar el asunto de las mezquitas. Una vez que se dé ese paso, el siguiente sería la aprobación en junta directiva de la federación vecinal de un acuerdo para llevar al Parlamento vasco una iniciativa «pidiendo a la Cámara la elaboración de una normativa, como ya existe en Cataluña, que regule la ubicación de lugares de culto».

Vecinos de Vitoria y Álava también sigue de cerca este problema «y trabajamos por la integración, para que la convivencia entre las diferentes etnias que hay en Vitoria sea la mejor posible».

Al margen del ataque

Por último, Cuesta ejerció de portavoz de diferentes vecinos contrarios a la mezquita – y que han hecho público su rechazo en las manifestaciones convocadas hasta ahora – «que quieren dejar claro que no han tenido nada que ver con el ataque» de la semana pasada. «No saben quién o quiénes han sido los autores, ellos desde luego no. Puede que haya gente que aproveche la situación para crear un caldo de cultivo en contra de la población inmigrante», concluye el dirigente de Iparralde – Zaramaga, que defiende la apuesta de «la mayor parte» de residentes del barrio «por intentar solucionar el asunto por la vía del diálogo y las reuniones».

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