El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol (PP), ha aplaudido que el Gobierno de CiU emule ahora algunas de las propuestas que él presentó durante la campaña electoral y que levantaron mayor polémica, como la limitación de ayudas sociales para los recién llegados a Cataluña, tal como establece la ley ómnibus. Albiol ha lamentado que se le tachara de “xenófobo y racista” cuando presentaba sus propuestas y ha sostenido que el hecho de que ahora las lleve a cabo el Ejecutivo catalán demuestra que las políticas que él defendía no eran discriminatorias ni racistas.

En concreto, esgrime la decisión de la Generalitat de limitar la ayuda por nacimiento de un hijo o por adopción – hasta ahora universal – a las familias con cinco años de residencia acreditada en España y los últimos dos consecutivos en Cataluña, y ha avanzado que él pretende limitar las ayudas “no básicas” a los vecinos que lleven de cinco a siete años en Badalona. “Celebro que la Generalitat vaya en la misma dirección porque demuestra que aquí no hay ni políticas de discriminación ni xenófobas, aquí lo que hay es una priorización de servicios y ayudas a los vecinos en un momento de crisis y cuando los recursos no llegan para todo el mundo”, ha señalado. Ha criticado que el anterior gobierno municipal, según él, destinase dinero en concepto de ayudas sociales a pagar alquileres a extranjeros que vivían en el Maresme “y billetes de avión a países europeos”, y ha avanzado que cuando reúna toda la información pedirá explicaciones.

El dirigente popular se ha comprometido a “poner orden” en la ciudad y ha exhibido como ejemplo las actuaciones de los últimos días, en los que se han precintado varios comercios que actuaban sin licencia o no cumplían las condiciones mínimas de seguridad y salubridad. “Se actuará con rigor y sin contemplaciones con quien no cumpla los requisitos, sea de donde sea”, ha explicado Albiol, que, sin embargo, ha señalado que la mayoría de los casos que tiene sobre la mesa son de negocios regentados por inmigrantes.

Ha reconocido también que, aunque le gustaría bajar impuestos, no podrá hacerlo al menos durante el primer año de mandato, pero se ha comprometido a que no aumenten “ni un solo euro”.