«España no se ha convertido en un país de emigrantes»

La Verdad, M. SÁIZ-PARDO, 03-07-2011

Anna Terrón se esmera en desmontar y matizar una y otra vez las estadísticas que alimentan el tópico de que la crisis está provocando un éxodo masivo de españoles en busca de un trabajo. Eso sí, reconoce que la mala situación económica ha supuesto un cerrojazo a los extracomunitarios. «Apenas se producen entradas de inmigrantes», admite.

- ¿La crisis ha hecho que España deje de ser país de inmigración?

- Sin duda. Apenas se producen entradas de inmigrantes. La ley de Extranjería había vinculado absolutamente los flujos de inmigración al mercado de trabajo y ahora, con la mala situación de empleo, lógicamente la llegada se ha retraído.

- Aun así, el número neto de residentes extranjeros en España sigue creciendo ligeramente.

- Eso dicen las estadísticas, pero en realidad no son llegadas de nuevos inmigrantes en busca de trabajo. Lo que hay detrás de ese aumento, y ya también cada vez menos, son entradas por motivos humanitarios, especialmente por reunificación familiar que se hace por parte de gente que ya tiene una situación de estabilidad y que tiene recursos económicos. Prácticamente no hay nuevos permisos de residencia, más allá del pequeño reducto del catálogo de puestos de difícil cobertura. Nuevas contrataciones solo se dan ahora, y en muy pequeña medida, en puestos relacionados con la gestión de residuos.

- ¿Cuáles han sido los inmigrantes más golpeados por el bache económico?

- Ahí tenemos muy claro el perfil: los inmigrantes varones, con muy baja cualificación y con empleos vinculados a la construcción. Más allá de este tipo de trabajador, los perjudicados son de toda índole y nacionalidad, aunque siempre con la característica común de que en su mayoría tienen poco cualificación. Eso sí, hay un dato llamativo, la crisis ha golpeado mucho más a los hombres inmigrantes que a las mujeres.

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