El circo más pequeño y multicultural

Diario Sur, EUGENIO CABEZAS, 02-07-2011

David tiene cinco años y era la primera vez que se disfrazaba. «Soy un león», decía mientras esperaba pacientemente a que le tocara su turno para que le pintaran la cara con ceras de colores. «Si no os estáis quietos, no os voy a pintar bien y me puedo equivocar, y pintar a un forzudo de león y a una princesa de forzuda», advertía al grupo uno de los monitores. Y es que el circo que ayer se montó en Colmenar fue de lo más diminuto y multicultural que se conoce. El motivo: el campamento estival que cada año organiza la ONG Málaga Acoge, y que en esta edición ha incluido la visita al Circo Escuela Fantasía, una original iniciativa promovida por un matrimonio cordobés afincado en Fuengirola, y que se encuentra en la carretera que comunica las localidades de Colmenar y Alfarnate.

«Éste era el sueño de nuestra vida, porque tenemos un hijo con Síndrome de Down y siempre habíamos tenido muchos problemas para conseguir que fuera a un campamento de verano o a actividades durante las vacaciones, así que decidimos montar nosotros esto, que es un sitio de diversión para todas las edades», explicó Gregorio Sánchez, el impulsor de este recinto capaz de sumergir a cualquiera en el mágico mundo del circo. Así, hay disfraces para todos los visitantes, zonas de juegos, piscina y un sinfín de actividades para el disfrute de los más pequeños. Éste fue el caso de grupo de treinta menores, de entre tres y once años, que ayer acudieron, dentro del campamento estival que organiza la ONG Málaga Acoge. «Este año tenemos el lema ‘Aquí entramos todos y todas’ y estamos trabajando aspectos como la identidad cultural, el medio ambiente, la resolución de conflictos o el respeto», explicó Lucía Infantes, técnico de Educación de Málaga Acoge y coordinadora de las colonias de verano de esta ONG. De esta forma, en el grupo de ayer había hijos de inmigrantes residente en la capital malagueña y procedentes de Marruecos, Argentina, Paraguay, Uruguay, Pakistán, Kazajistán, Ecuador, Perú, Nigeria, Guinea Ecuatorial y Argelia.

Ayuda para los progenitores

«Es una iniciativa que sirve mucho a los niños, porque ante un verano tan largo como el que tienen ahora por delante, aquí encuentran al menos unos días llenos de diversión, de alejamiento de la rutina, con enseñanzas nuevas, y visitando lugares en los que no habían estado nunca. El objetivo es que no se queden mucho tiempo solos en casa y sobre todo, que se diviertan y aprendan a convivir», consideró. Pero este campamento, que continuará con otros grupos hasta el próximo 15 de julio, y que se cerrará con una estancia de siete días en una granja escuela de Coín, también es de gran ayuda para los progenitores, «ya que esto les ayuda también a conciliar su vida laboral y familiar, tomando un respiro».

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