«La baja tasa de paro en Álava está produciendo el efecto llamada»

El Correo, SAIOA ECHEAZARRA, 29-06-2011

Santos Gil Martínez, natural de la provincia de Valladolid y afincado en la capital alavesa desde los 8 años, fue nombrado el pasado domingo director de Cáritas en Vitoria. Casado y padre de tres hijos, hasta la fecha ha sido voluntario en el programa Empresas con Corazón. Gil Martínez, que releva a Ignacio Loza en la dirección, es licenciado en Derecho y cuenta con una dilatada trayectoria profesional en el sector siderúrgico, con experiencia en Sidenor. También ha sido vicepresidente de la Fundación Laboral San Prudencio durante tres años.

- La crisis y el aumento de la pobreza en la provincia marcarán su nueva etapa. ¿Cuáles son sus objetivos?

- En Cáritas he encontrado gente muy dedicada a la labor social, y como nuevo director quiero estar cerca de todos los voluntarios. Quiero que eso se mantenga y estoy abierto a nuevas propuestas de mejora para tratar de ser más eficientes, es decir conseguir más eficacia con menos dinero. También deseo mantener un contacto permanente con el Ayuntamiento, la Diputación y el Gobierno vasco.

- La recesión ha obligado a Cáritas a aumentar su gasto un 22% en el último año al tener que adelantar dinero a los perceptores de ayudas. ¿Cómo gestionará la economía?

- A raíz de la tasa de desempleo en Álava, que es más baja que en otras comunidades – está en torno al 10% – , se está produciendo un efecto llamada de desempleados e inmigrantes hacia esta zona, también porque las ayudas sociales son mejores. Eso genera más peticiones que los ingresos de los que disponemos, por lo que un reto es intentar incrementar esos ingresos captando más socios, abriendo más vías para donativos e iniciando nuevas líneas de actuación con empresas. Hay muchas posibilidades de colaborar con Cáritas, por ejemplo, con los microdonativos, que supone donar cantidades mensuales de muy pocos euros.

17.000 peticiones en 2010

- ¿Cuál es el perfil del demandante que acude a Cáritas?

- Casi el 70% son inmigrantes, y de esa cantidad más de la mitad son mujeres. En 2010 tuvimos 17.000 entrevistas. Cerca de 7.000 las derivamos a las instituciones, pero el resto las atendimos nosotros.

- Respecto al efecto llamada, ¿qué opina de la propuesta del nuevo alcalde de exigir 5 años de padrón para cobrar ayudas sociales?

- Me parece un poco excesivo, pero es cierto que hay casos en los que habría que poner un límite, porque si aumenta el volumen de peticiones, no podremos atenderlas ni a nivel económico ni personal. Si los recursos son limitados, hay que modificar criterios para dar ayudas.

- Ingresó como voluntario en la organización en 2010. ¿Qué le motivó a entrar?

- Llegué a Vitoria con 8 años, y crecí en Abetxuko. Conocí al párroco Vicente García Zalduendo, una persona excepcional. Era un barrio obrero con muchas necesidades y él estaba totalmente entregado a mejorar las duras circunstancias en las que vivían los extremeños o andaluces que llegaban en esa época. Venían con lo justo, y él se preocupó de ayudarles a conseguir medios. Eso me impactó, y mi entrada en Cáritas fue una manera de corresponder su ayuda, porque él también me dio clases y me ayudó a ingresar en el Seminario.

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