LUIS BENVENUTY – Badalona
Los hermanos Yuelong y Yuzyan Zheng inauguraron hace un mes su propio negocio de productos del hogar al por mayor. En una nave del polígono industrial Badalona Sud. “Tuvimos un bazar en la calle Comte Borrell de Barcelona durante siete años. Hasta hace muy poco – explican los hermanos-.Pero la crisis lo hizo insostenible. El último año fue terrible. Nos venimos a Badalona porque aquí los alquileres son más baratos. Además, este polígono está lleno de negocios chinos. Atrae a clientes de todas partes. Todos los principios son complicados, pero amigos y familiares nos prestaron el dinero para arrancar. Estamos trabajando mucho por muy poco, apenas importamos de China, apenas hemos traído tres contenedores desde que empezamos. Es muy caro. Compramos a empresarios españoles que traen mercancía china y nos dan facilidades de pago”.

La historia de los hermanos Zheng, de 28 y 31 años, es la de muchos pequeños empresarios chinos. Las dificultades económicas los están expulsando de Barcelona y de sus antiguos modos de ganarse la vida. En Badalona buscan una solución de emergencia, un salvavidas que les permita flotar hasta la llegada de tiempos mejores. Su aspiración es sobrevivir. De modo que, aunque los beneficios de estos establecimientos son hoy la mitad de los de antes de la crisis, el número de mayoristas asiáticos no cesa de crecer en el sur de Badalona.

Hace seis años abrieron por estas latitudes los treinta primeros negocios de importación y exportación asiáticos de Badalona. Ahora son más de 150. La crisis no frena su crecimiento. Y es que aquí llegan clientes de toda España, Francia, Portugal…, incluso Argelia. Además, en Badalona uno puede disponer de una nave de 500 m2por 3.000 euros al mes, poco más de la mitad de lo que se oferta en Barcelona.

Lo explica Lidan Qi, directora de Merca China, un punto de encuentro para comerciantes abierto en Badalona en 1995 por Xinajin Qi, el fundador de la primera asociación de comerciantes chinos de Catalunya. Lidan y su hermana, abogada y economista, mujeres criadas aquí, remodelaron un lustro atrás la caótica nave de su padre para convertirla en una galería comercial con unos cuarenta locales para mayoristas. La ocupación de Merca China Internacional está al completo de manera interrumpida desde hace tres años.

“La crisis está cerrando bazares, restaurantes, los sectores más tradicionales en los que trabajaban los chinos y que ya estaban saturados – continúa-.Y los parados se unen para abrir negocios al por mayor de bisutería, textil, menaje… Además, otros son pequeños empresarios que ya se dedicaban a la importación y a la exportación que ahora huyen de Barcelona. Allí los precios son más altos y las condiciones de trabajo peores, sobre todo en las calles Trafalgar, Ausiàs Marc, Ali Bei…, donde no hay espacios para la carga y descarga y los vecinos se quejan. Se trata de una movilidad de los chinos que ya estaban instalados en Catalunya desde hacía muchos años. Ahora apenas llegan nuevos chinos, aunque las grandes empresas están muy interesadas en implantarse en Europa. Por ello aquí, en Merca China Internacional, estamos preparando una incubadora de empresas, para facilitar la llegada de estas multinacionales. Chinos de a pie vendrán muy pocos”.

Los hermanos Zheng agregan que en ningún momento se plantearon regresar a China. “Nuestra vida está aquí”.