El Papa llama a la «unidad» ante la ola de inmigrantes

ABC, JUAN VICENTE BOO, 09-05-2011

Benedicto XVI disfrutó ayer un espléndido paseo en la antigua góndola del Dogo por las aguas «serenísimas» de la laguna de Venecia al término de una visita en la que pidió el retorno a «la antigua unidad espiritual ante el fenómeno de la inmigración y de las nuevas circunstancias geopolíticas».

El Papa recordó que tanto la antigua ciudad de Aquileia como la República de Venecia han sido encrucijadas de pueblos y culturas, así como focos de evangelización hasta las tierras de los germanos en el norte y los remotos rincones del Mediterráneo oriental.

Estas palabras cobran mayor relevancia ante el creciente flujo de inmigrantes que llegan a la isla de Lampedusa desde Libia. Son ya más de 1.900 los indocumentados que han desembarcado desde el pasado jueves y en la madrugada de ayer mismo fueron rescatados 500 refugiados de una barca que había encallado.

Benedicto XVI dedicó el sábado a Aquileia, antiguo puerto en época romana y principal ciudad del Adriático hasta el triunfo de Venecia como potencia marítima del Mediterráneo oriental. El domingo, el Papa celebró misa para más de 300.000 personas en la tierra firme, y volvió de nuevo a la isla para un encuentro con los fieles en la bellísima basílica de San Marcos, a la que acudieron también los representantes de la Iglesia Armena, del patriarcado ecuménico de Constantinopla y de la Iglesia Ortodoxa Rusa, así como lo las comunidades luterana y anglicana.

A continuación se desplazó en góndola por el Gran Canal hasta la basílica de Santa María de la Salute, donde mantuvo un encuentro con intelectuales, artistas y empresarios, a los que invitó a construir una cultura y una sociedad más sólidas, superando la cultura «líquida» y «fluida» que predomina en Europa.

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