Dos mujeres murieron ayer a manos de sus parejas en otro ‘domingo negro’ que ha elevado hasta 21 las víctimas de la violencia machista en lo que va de año. El primero de los casos ocurrió en Almería, donde A. E. L., de 30 años, falleció acribillada a puñaladas por el hombre del que estaba a punto de separarse, tras discutir por la comunión de su hija mayor. Apenas siete horas después, en Madrid, la Policía derribaba la puerta de un piso para hallar en su interior a una mujer degollada por su novio, que intentó quitarse la vida cortándose el cuello.

Eran poco más de las diez y media de la mañana cuando la comisaría de la Policía Nacional de Almería recibía una llamada desde la barriada de El Zapillo, donde un hombre estaba agrediendo a una mujer. Cuando la patrulla llegó ya era demasiado tarde: V. F. C., de 42 años, había acabado con la vida de su exmujer al asestarle 20 puñaladas.

El presunto homicia fue arrestado sin oponer resistencia cerca del lugar en el que se hallaba el cuerpo, ya que llegó a ser retenido por varios vecinos de la zona. Según confesó, la pareja, que tenía dos hijos de 6 y 9 años de edad, había mantenido una fuerte discusión. Después, cogió un cuchillo y se apostó cerca de la casa, a sabiendas de que la mujer iba a sacar a pasear a su mascota.

Por la tarde, el escenario de la tragedia se trasladaba a Madrid, al distrito Puente de Vallecas. En torno a las 17.00 horas, varios vecinos alertaban a a Policía de que una mujer estaba dando gritos en un piso. Hasta el lugar acudieron varias unidades de la Policía y los Bomberos , que tuvieron que derribar la puerta para acceder al interior del domicilio.

En el salón se encontraron a una mujer de 40 años y origen latinoamericano fallecida. Presentaba una herida de arma blanca en el cuello. A su lado, estaba tendido y semiinconsciente un hombre de 39 años y nacionalidad ecuatoriana, con quien la víctima tenía varios hijos en común. Presentaba también una herida por arma blanca, en el cuello. Los facultativos le trasladaron al Hospital Gregorio Marañón, donde permanece en estado muy grave.