Sin papeles

Diario Sur, IRENE LOZANO, 01-05-2011

E n EE UU se celebra estos días la primera gran Feria del Libro en Español. Tras casi 25 años de éxitos organizando la mundial y célebre de Guadalajara (México), la Universidad de esta ciudad ha cruzado la frontera para traer hasta el imperio terminal lo mejor de las letras y los libros mexicanos. De legales, sin pagar un solo coyote.

Un puñado de profesores y escritores españoles también estamos aquí celebrando un congreso sobre el ‘Pensar en español’. Y por una de esas paradojas de la vida, quien sin duda es la más destacada cabeza pensante del español, el director de la Real Academia Española, sufrió un percance al hacer escala en Chicago y perdió el pasaporte. Fue solo un momento, porque después de sudores y asfixias que no soy capaz de relatar, lo encontró. Pero nunca olvidaré esos minutos en que creímos que José Manuel Blecua llegaría a la feria en calidad de sin papeles. Si los indocumentados éramos nosotros, definitivamente el mundo había cambiado, tal vez porque nuestro pensar en español se entumece casi siempre con afanes caseros. Afortunadamente, sano y salvo Blecua, pudo explicar a los californianos el origen del nombre que los conquistadores españoles dieron a su Estado, el de aquel territorio ficticio de los viejos libros de caballerías franceses: Califerne, el paraíso en la tierra, con buen clima, naturaleza exuberante y felicidad perpetua.

Los españoles estamos muy mal entrenados para el mundo global, todos queremos vivir cerca del pueblo para marchar los fines de semana. Los mexicanos, en cambio, han convertido a Los Ángeles en su segunda ciudad, después de México D. F. Por eso se celebra aquí esta Feria del Libro. Con sus cincuenta millones de hablantes de español según la Oficina del Censo, EE UU se ha convertido en el segundo país de habla hispana más numeroso del mundo. España ha pasado a ser el tercero. Anoten, que es noticia.

En un rato libre, después de pasear por Little Tokyo y Chinatown, después de escuchar todas las lenguas y ver negros, mulatos, mestizos y trigueños, me paro a leer ‘Los Angeles Times’: Obama ha acabado por hacer pública su partida de nacimiento. La derecha asustada que no pisa la calle ha conseguido acogotarle con paranoicas teorías sobre su origen no americano. El hecho político global es que se está volviendo relevante ser un auténtico americano aquí, un auténtico finlandés allá.

Estos días, mientras la furia nacionalista blanca se ceba con el oscuro linaje de Obama y escruta sus papeles, la impureza libresca del sur festeja en Los Ángeles a la lengua impropia. No quiero ni imaginar los apuros de José Manuel Blecua si no llega a encontrar su pasaporte.

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