Un grupo de 252 sirios se refugió ayer en Turquía para escapar de la represión del régimen de Damasco. Según declaró el gobernador de la provincia suroriental de Hatay, Celalettin Lekesiz, desde la tarde del viernes, un grupo de 500 personas se había congregado en la zona fronteriza entre ambos países para solicitar asilo. De ellos, fueron aceptados 252, que han sido trasladados a un polideportivo municipal y de ahí serán instalados en un campamento establecido por la Media Luna Roja.

La organización humanitaria ha levantado tiendas de campaña en Hatay con una capacidad para unas mil personas, en previsión de una mayor afluencia de inmigrantes, precisó la cadena NTV del país árabe. El Gobierno turco explicó que se hará cargo de todos los gastos y que atenderá todas las necesidades de los refugiados.

Líbano, por su parte, comenzó ayer a organizarse para la llegada de más ciudadanos sirios que huyen de la violencia perpetrada por las fuerzas de seguridad de El – Asad. Un equipo médico, enviado por el ministro en funciones de Salud Mohamad Jalifa, se trasladó a la región fronteriza de Wadi Jaled, donde en estos últimos días han llegado unos mil sirios, en su mayoría mujeres y niños aterrorizados por la represión.