El 26% de los estudiantes gallegos no termina la Educación Secundaria Obligatoria. En el caso de la población gitana, la tasa se eleva hasta el 80%. Acabar con esta diferencia abismal, que a la larga obstaculiza el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo, es el objetivo de la última campaña de la Fundación Secretariado Gitano, que ayer presentó en Santiago, De mayor quiero ser…, una iniciativa lúdica que pretende colocar a los estudiantes frente a sus ambiciones académicas y laborales para hacerles reflexionar.

El 12 de mayo en Lugo y el 13 en Santiago, una foto-furgo en realidad, un coche dotado de un equipo fotográfico retratará a los chicos de etnia gitana de los centros de estudio con un fondo alusivo a la profesión que les gustaría tener de mayores.

“Queremos llevar el debate a las familias”, explica Gorka de Luis, coordinador provincial del proyecto, que ya ha recorrido 14 ciudades españolas desde el año pasado fotografiando a los niños en los colegios, pero también en sus lugares de ocio y en sus barrios. Como la foto se la lleva el estudiante a casa con el mensaje Sea cual sea tu sueño, acaba Secundaria escrito en el marco, los organizadores de la campaña esperan que la familia también se sensibilice con la iniciativa y, de paso, con el futuro escolar del niño. El coordinador gallego del proyecto insiste en este último aspecto porque es precisamente la asignatura pendiente en la integración escolar de los estudiantes de etnia gitana. “La comunidad gitana todavía tiene problemas de acceso, hay más abandono porque en mucho casos se trata de familias desfavorecidas o en riesgo de exclusión social”, prosigue De Luis. En los últimos años, la escolarización de los pequeños ha aumentando hasta un 94%, pero solo el 20% consigue el título de la ESO. “Partimos de una situación desfavorable, aunque la comunidad joven demanda cada vez más formación”, afirma.

La mayoría de las acciones que emprende la Fundación Secretariado Gitano van encaminadas a acabar con los estereotipos y la discriminación que todavía sufren los gitanos en su día a día, por eso esta nueva campaña, centrada en un colectivo muy concreto, es tan novedosa. Más allá de su aspecto lúdico, la organización quiere llamar la atención de las instituciones ante el problema y concienciar además a los docentes. De estos últimos se vale para poner en práctica el programa Promociona, en el que se integra la nueva campaña, que ofrece un servicio de tutorías, apoyo escolar y clases de refuerzo personalizadas para los estudiantes gitanos para orientarlos en la vida académica y evitar que abandonen el instituto al cumplir los 16 años y sin tener el diploma que les abre las puertas del Bachillerato o de un ciclo medio.