Cataluña declara la guerra a la ablación

El Correo, CRISTIAN REINO, 26-04-2011

La Policía ya hace tiempo que no sólo se dedica a poner multas y a perseguir a ladrones y asesinos. En Cataluña, una unidad de los Mossos lleva años trabajando en la erradicación de la ablación del clítoris infantil. Un problema nuevo y hasta hace poco desconocido por estos lares, fruto de la inmigración de los últimos años, pero un problema nada menor, ya que 10.500 niñas residentes en España, la mayoría de ellas procedentes del África subsahariana, se encuentran en situación de riesgo de sufrir mutilación genital, según un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona.

La unidad de los Mossos, que trabaja de forma interdepartamental con las consejerías de Educación, Bienestar Social y Sanidad, actúa de forma preventiva, para tratar de evitar que a las niñas se les ejecute esta práctica cuando viajan con sus familias a su país de origen. Los agentes se adelantan y actúan cuando consideran que las chicas están en riesgo. En una primera vía, instan a los padres a firmar un compromiso para que cuando la niña regrese del viaje sea explorada por un pediatra y si se confirma la agresión, los padres sean procesados.

Cuando el riesgo es más grave, se impide que la menor viaje y se puede llegar al extremo de retirar la custodia a los padres. Hay una tercera, más pedagógica, que consiste en entregar una carta a los padres de las niñas en riesgo de ser mutiladas, recordando que la ablación es delito en España y los problemas legales que deberá afrontar la familia al regresar.

Mitos y falsas creencias

La carta es empleada por los padres de las niñas para, una vez en su país, oponerse a esta práctica y resistirse a las presiones de familiares y vecinos. La unidad policial contra la ablación ya empieza a dar sus frutos y sólo en el primer trimestre de este año, los Mossos han evitado la mutilación a quince niñas en Cataluña. En ningún caso, los agentes han practicado detenciones.

La ley española incluso permite perseguir a inmigrantes que realicen la mutilación fuera de España. Se trata de una costumbre cultural y social, asociada a mitos y falsas creencias, mezcladas con la religión, que actualmente se da en Senegal, Gambia, Guinea – Bissau, Guinea, Sierra Leona, Liberia, Costa de Marfil, Burkina Faso, República Centroafricana, Mauritania, Malí, Níger, Nigeria, Chad, Egipto, Tanzania, Kenia, Sudán, Etiopía, Somalia, Yemen y Omán. En algunos casos, la mutilación sólo implica el corte del clítoris y/o los labios menores; en su versión más grave implica el corte de los labios mayores, que se cosen entre sí.

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