Unión Europea

Sarkozy y Berlusconi negocian la reforma del espacio Schengen

La Voz de Galicia, Yann Ollivier, 24-04-2011

La crisis de los inmigrantes pone a prueba el futuro de una UE sin fronteras

La crisis de los inmigrantes pone a prueba el futuro de una UE sin fronteras

Tras la crisis de su unión monetaria, Europa ve cómo el otro proyecto faro de integración, el espacio sin fronteras Schengen, vacila como consecuencia de la tensión entre Francia e Italia provocada por la llegada a las costas italianas desde enero de unos 20.000 tunecinos que desean desplazarse a suelo galo. París y Roma anunciaron el viernes que están negociando una reforma del espacio Schengen.

El tema se convertirá en el centro de la cumbre que se celebrará el martes en Roma entre Silvio Berlusconi y Nicolas Sarkozy. También será protagonista de las propuestas que debe presentar el 4 de mayo la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, con vistas a una reunión extraordinaria el 12 de mayo en Bruselas. Así como la crisis del euro reveló las debilidades de la unión monetaria creada en 1999, la legislación sobre inmigración desvela los límites de un proyecto europeo de libre circulación de personas nacido en 1995.

Pese a que la ley establece que el primer país de entrada se ocupa de gestionar a las poblaciones migrantes, Francia reprocha a Italia querer deshacerse de los inmigrantes ofreciéndoles permisos de seis meses, incluso billetes gratuitos para llegar a la fronteriza Ventimiglia antes de llegar a suelo francés. Roma, por su parte, condena la falta de solidaridad de sus socios frente a este inesperado problema.

Mientras una fuente del Elíseo quiere «salvar Schengen» reforzando su «gobernanza», los hechos exponen un deterioro del principio de libre circulación.

Sistema errado

Francia considera el sistema actual «errado» y quiere «reflexionar en un mecanismo de cláusula de protección» que permita «restablecer de manera puntual controles» internos cuando una frontera exterior no funcione. Otra solución llevaría a reforzar la Agencia Europea de Control de Fronteras, Frontex.

Actualmente, Schengen permite restituir temporalmente los controles en las fronteras entre dos miembros de la UE en caso de «amenaza grave para el orden público o de la seguridad interior», un dispositivo que hasta ahora se utiliza para impedir los desplazamientos de hooligans en partidos de fútbol o manifestantes violentos antes de la celebración de cumbres. París expuso ese riesgo para suspender el pasado domingo la circulación de trenes desde Ventimiglia hacia Francia.

De acuerdo con una fuente europea, la crisis franco – italiana está provocando la aceleración de una reforma de Schengen, ya puesta en entredicho por el problema creado por Bulgaria y Rumanía. Para salir de esta situación, Bruselas trabaja desde hace varios meses en un mecanismo que permita «suspender las fronteras exteriores de Schengen» en el caso de «disfunciones» de un país, como «flujos migratorios masivos». Para el eurodiputado verde Daniel Cohn – Bendit se trata de «descoser la integración europea».

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