La expulsión de la embajadora de EE.UU., Heather Hodges, genera rechazo a la consulta entre varios grupos de migrantes que viven en ese país.

Exafines a Alianza PAIS, agrupados en el Movimiento Inmigrantes en Acción, hacen campaña contra el plebiscito. “La consulta no es sino una jugada del Gobierno para ganar más espacios de poder y consolidar una dictadura”, dijo Macario Quinde, director del grupo. “Mientras hacemos lobby a favor de los indocumentados ante legisladores republicanos y demócratas, el presidente Rafael Correa expulsa a la embajadora y todas nuestras gestiones quedan en cero”.

Héctor Bernabé, dirigente de Casa Guayaquil, cree que “el Gobierno usa su influencia y la publicidad en los medios que incautó… para dividir a la sociedad. Lo mismo se ha hecho en Nueva York, pero nadie ha informado a los inmigrantes sobre la consulta. Se trata de preguntas difíciles, enrevesadas. Unos cuantos han podido leer algo en internet o ver en televisión… Y todavía la asambleísta Linda Machuca, que vive en Estados Unidos y representa a los inmigrantes, vota por la expulsión de la embajadora”.

Para Vicente Mayorga, del Frente Unido de Inmigrantes Ecuatorianos, “algunas preguntas violentan la Constitución, restringen derechos y garantías constitucionales y atentan contra derechos, garantías y libertades”.

Mientras que en las oficinas consulares llegan funcionarios públicos a difundir beneficios de las respuestas afirmativas a las preguntas del Gobierno. El sábado pasado el Consulado de Connecticut organizó un conversatorio sobre los temas de la consulta con la participación del viceministro de Política Interna, Carlos Vaca.

El Domingo de Ramos, dos activistas por el No mostraron pancartas frente a la iglesia Santa Brígida en Brooklyn a los fieles ecuatorianos luego de la misa.

Afuera de esa iglesia, ubicada en un sector predominantemente ecuatoriano de Brooklyn, otros opositores al referéndum se reunieron para incentivar su propuesta.

Ellos pensaban que a la salida de la misa de la mañana iban a realizar un acto proselitista los funcionarios del Gobierno, pero eso nunca pasó. “Se filtró que íbamos a contrarrestar la propaganda del Gobierno, y por eso no vinieron”, comentó Mayorga.