Cinco países mediterráneos de la UE, entre ellos España, han pedido ayuda a la Unión Europea para hacer frente a la fuerte presión migratoria que sufren a raíz de las revueltas populares en el norte de África. Chipre, Grecia, Italia y Malta, además de España, firmaron un comunicado conjunto tras un encuentro que celebraron en Nicosia en el que proponen cómo gestionar y prevenir mejor la inmigración ilegal, el asilo y la protección de los refugiados.

El comunicado urge a la UE a «ofrecer apoyo operativo y financiero a los Estados miembros que afrontan un flujo migratorio masivo y desproporcionado» como el que llega del norte de África. Los cinco países que lo firmaron también reclamaron programas de repatriación reforzados y que se revisen las regulaciones de Dublín II, que determinan qué Estados de la UE son responsables de procesar las demandas de asilo.

500 indocumentados

La reunión coincide con la llegada de más de 500 personas a bordo de una embarcación a la pequeña isla de Lampedusa. Un oficial de los guardacostas italianos aseguró que la mayoría de los refugiados contaron que habían zarpado de Trípoli, capital de Libia, durante la madrugada de hace dos días, aprovechando que el viento había disminuido. Numerosos niños y mujeres, entre ellas una embarazada de ocho meses, llegaron en la embarcación, de 25 metros de eslora, la cual navegaba hacia Sicilia cuando fue interceptada por dos navíos militares italianos, que la escoltaron a Lampedusa.

El viceministro de Interior italiano, Alfredo Mantovano, presente en Chipre, dijo que su país recibió durante los últimos tres meses a 30.000 personas provenientes de Túnez y a 8.000 que escaparon de Libia.

Por otro lado, según informa Efe, el secretario de Estado español para Asuntos Europeos, Diego López Garrido, ha pedido a la Comisión Europea que precise en qué casos se puede acordar la suspensión temporal del espacio Schengen, para evitar disputas como la que mantienen en la actualidad Francia e Italia.

Diego López Garrido, que ha asegurado que la «última noticia es que las cosas se van arreglando» entre Francia e Italia, ha señalado que la Comisión debe definir «las posibilidades y criterios para suspender el acuerdo Schengen» y facilitar su interpretación.