LOS PELIGROS DEL ISLAM

«Occidente se ha debilitado por dudar de sus propios valores»

La Voz de Galicia, alejandro posilio, 20-04-2011

Ayaan Hirsi Ali, política feminista amenazada de muerte por islamistas radicales, afirma que el islam trata de ocultar a la mujer tras el velo y el burka

Ayaan Hirsi Ali, política feminista amenazada de muerte por islamistas radicales, afirma que el islam trata de ocultar a la mujer tras el velo y el burka

Esta política feminista nacida en Somalia en 1969 y con nacionalidad holandesa está amenazada de muerte por los integristas islámicos. Tras sufrir la ablación y el intento de matrimonio con un pariente desconocido que vivía en Toronto, porque así lo quería su familia, aprovechó su escala en Alemania para escapar en tren hasta Holanda, donde inició su carrera política. Ahora vive en Estados Unidos y ha pasado por Madrid, siempre escoltada, para presentar su último libro, Nómada (Galaxia Gutenberg), en el que alerta a Occidente sobre los peligros del islam.

- ¿La cultura occidental y la islámica son incompatibles?

- Es posible un acuerdo con los musulmanes, pero no entre los defensores de la sharia y los de los principios occidentales.

- ¿Se puede llegar a acuerdos con los islamistas moderados?

- Si se es islamista radical, no se acepta el sistema occidental y se pretende cambiarlo totalmente. Incluso el más teocrático de los cristianos acepta la separación entre la Iglesia y el poder político, y esto es algo que aún tiene que asumir el islamismo.

- ¿Prohibiría el burka y las prendas que cubren la cabeza de la mujer?

- Es más interesante debatir sobre lo que simboliza el burka que sobre su prohibición. El burka simboliza la actitud del islam ante las mujeres: no son libres, deben ir siempre cubiertas y tiene que salir siempre acompañadas de los hombres. Y contra esto hay que luchar. Lo que tienen que entender los musulmanes que viven en occidente es que tienen que aceptar los valores que están a favor de la igualdad de hombres y mujeres. Además, el burka es una expresión política. Toda mujer que sale cubierta por el burka esta diciendo «soy islamista, esta es mi visión política de lo que es el islam». Por un lado, se quiere esconder el cuerpo de la mujer y, al mismo tiempo, mostrarlo como señal de un convencimiento político radical. Ahora bien, este radicalismo político no va a desaparecer por prohibir el burka.

- ¿Los pañuelos tienen el mismo significado?

- En el islam, lo que se trata al cubrir a las mujeres es proteger a los hombres de la sexualidad femenina. Es decir, que la responsabilidad de la sexualidad de los hombres recae sobre los hombros de las mujeres. Hay que hacer a la mujer invisible, ocultarla. Y al final, que se cubra todo el cuerpo o una parte, lo que se trata es de ocultarla, y este es el debate.

- ¿Entonces, está a favor de obligar a los inmigrantes a firmar un contrato en el que acepten los valores occidentales?

- Sí, pero puede ser que ya sea tarde. Estoy a favor porque esto crea una comprensión entre el inmigrante y el país que lo acoge. Por un lado, el inmigrante tiene unos derechos que no tenía en su país, pero por otro lado, tiene unas obligaciones, que deberían estar muy claras.

- El auge de la ultraderecha en Europa, según usted, se debe a la ambigüedad de los políticos tradicionales en abordar los derechos y obligaciones de los inmigrantes.

- Los partidos tradicionales han hecho del islam un tabú. No se podía hablar en Europa de los principios, de las forma de vida, de los valores socioculturales del islam. Si alguien lo hacía, era acusado de racismo. Pero al mismo tiempo, la población se ve enfrentada con estos inesperados problemas de convivencia. Y esto es lo ven los partidos populistas, y de ello se aprovechan.

- ¿Por esta razón comenzó en la socialdemocracia en Holanda, se pasó a los liberales y hoy está con los neoconservadores?

- Cuando estaba en la socialdemocracia, me sentí frustrada porque no me permitían analizar las razones por las cuales los inmigrantes no se integraban, e incluso llegaban a la tercera generación sin hacerlo. Quería analizar esto y no me lo permitían, porque no querían saber la respuesta, que era el fracaso de las políticas de integración. Tampoco podía hablar del sistema de mejoras que quería introducir en esta cuestión. Esto lo hizo Pim Fortuyn, y por eso fue asesinado. Incluso, cuando estaba en el partido liberal, tampoco fue posible hacer estos análisis. Al final, los que hablan de los problemas de la inmigración son los partidos populistas, y este es el riesgo. Está pasando en todos los países.

- ¿Qué pasará en las revoluciones que viven los países árabes?

- Hay un escenario posible, que es que los musulmanes acepten los valores democráticos y no los de la sharia, o el contrario. El islam tiene una dimensión política, otra social, otra cultural y otra religiosa. Si se limita a la concepción religiosa, no su pondría ningún problema. El problema surge cuando el islam se convierte en una corriente que domina todos los aspectos de la sociedad, incluso la política.

- Usted repite que Occidente está en crisis, no solo económica. ¿Esto puede debilitarlo en la lucha contra el islamismo?

- Occidente se ha debilitado por dudar de sus propios valores, que son universales, como los derechos humanos, la igualdad entre hombres y mujeres o el derecho a tener representación política. Ahora Occidente duda de si son válidos o no. Por lo tanto, si Occidente se debilita es no por factores externos, sino por su propia responsabilidad. El multiculturalismo no es un invento de árabes o chinos, y es una de las razones que debilita los principios occidentales.

«El islamismo aún no ha asumido la separación entre la Iglesia y el poder político»

«El inmigrante tiene derechos y unas obligaciones que deberían estar

muy claras»

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