La Policía ha tirado de la manta. Los agentes de la brigada de Policía Judicial han descubierto que varias bandas de manteros mandan a sus países de origen hasta 60.000 euros a la semana. Los investigados son de origen marroquí, senegalés y subsahariano y se estudia si se les podría imputar algún tipo de delito económico. «Podrían estar incurriendo en un posible ilícito de blanqueo al mandar grandes cantidades sin justificar nada», explicaron fuentes policiales. De momento, se enfrentan hasta a dos años de prisión pero por la actividad ilegal contra la propiedad intelectual.

La pesquisas que han podido destapar este millonario negocio se han realizado tras el desmantelamiento en los últimos meses de grupos de manteros magrebíes. En la última intervención policial se detuvo a cinco marroquíes por un presunto delito contra la propiedad intelectual. Hubo un hecho que llamó la atención de los agentes. Los implicados hablaban de grandes cantidades de dinero y especificaban en sus comunicaciones telefónicas cómo lo enviaban a sus países de origen. En concreto utilizaban locutorios de Lavapiés para sus transferencias.

En un principio, los agentes pensaron que ese dinero que movían era procedente del narcotráfico y llegaron a seguir minuciosamente a los sospechosos con la creencia de que se dedicaban a la venta no sólo de DVD y compactos piratas sino también de sustancias estupefacientes.

Pero las posteriores averiguaciones y el seguimiento de las casas de los manteros permitió descartar cualquier relación de los implicados con el tráfico de drogas.

«Estamos hablando de grupos de personas que pueden llegar a mover hasta 360.000 euros al mes», añadieron las fuentes policiales. «Los que mandan el dinero son los productores de las películas y discos piratas pero también hemos comprobado que gente que vende en la calle también está enviando hasta 60.000 euros a la semana a sus países de nacimiento».

El Código Penal señala en su artículo 270.1: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de 12 a 24 meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios».

Ahora estos grupos se podrían enfrentar a penas mayores si se consigue acreditar que están enviando el dinero obtenido con los delitos a sus ciudades de origen. «La investigación es ardua y complicada pero vamos a llegar hasta el final. Aquí no hablamos de manteros que ganan 60 euros al día, sino cifras astronómicas».

La Policía dispone de exhaustivos informes donde se radiografían los distintos perfiles de vendedores y se localizan los cuarteles generales de los manteros en el centro de Madrid. El barrio de Lavapiés y en concreto la calle de Mesón de Paredes son los lugares donde hay más pisos dedicados a esta actividad. Se calcula que alrededor de dos millares de vendedores ilegales se alojan en esta zona de la capital.

En pisos de 50 o 60 metros cuadrados se hacinan hasta una quincena de vendedores. Los alojamientos más baratos, bajo el control de las mafias, se cobran a 70 euros mensuales. Los hay que duermen en garajes y locales transformados en viviendas. Los manteros se reparten caminando por los distintos puntos de la ciudad. En cada grupo suelen ir entre 10 y 15 vendedores. El gran número de manteros hace que cada vez sean más frecuentes los conflictos. «Hay guerras territoriales entre clanes, es propio de las conductas mafiosas», añaden los agentes.

Los últimos documentos elaborados por la Policía sobre el top manta revelan que estos vendedores ganan unos 4.000 euros mensuales, más del doble del salario medio en España, cifrado entorno a los 1.900 euros. Uno de los últimos manteros detenidos por la Policía aseguró: «No somos peligrosos. Nunca hemos hecho daño a nadie. Seguro que hay otra forma de pagar lo que he hecho que estar encerrado tanto tiempo y no los dos años de cárcel que dicen que vamos a tener que pasar».

Los manteros compran su material a precios ya establecidos. Las investigaciones de la Policía Municipal y Nacional han descubierto que muchos de los vendedores callejeros acuden a los mismos lugares a por los discos y películas que venden en la calle. Muchos de esos distribuidores están en pisos del barrio de Lavapiés.

En esas casas los manteros pagan 40 céntimos por un CD y 50 por un DVD. Después sacan un buen beneficio, porque venden dos DVD por cinco euros, y dos discos de música por tres. Según fuentes policiales, hay algunos vendedores tan prolíficos que en un día productivo son capaces de ganar hasta 600 euros, ya que venden una media de 200 o 300 discos diarios.

Con semejantes ganancias, las organizaciones para las que trabajan algunos manteros pueden enviar grandes remesas de dinero a sus países de origen. No es que todos formen parte de bandas ni estén organizados, pero sí hay grupos con jefes a los que deben dar las ganancias de cada día.

Después de los vendedores de calle, el segundo escalón del negocio lo ocupan los distribuidores de los pisos de Lavapiés y otras zonas, en su mayoría originarios de Bangladesh. Por último, están los grandes distribuidores que copian películas y discos a gran escala y venden a los de los pisos.