En sus anuncios en Internet aseguraban unos ingresos mínimos de 3.000 euros ejerciendo la prostitución en un piso de lujo en Marbella. La realidad, sin embargo, poco tenía que ver con la oferta. Las chicas seleccionadas eran explotadas sexualmente de manera continuada durante 21 días y posteriormente despedidas sin percibir remuneración ninguna. Ese era el ‘modus operandi’ de dos de las tres personas detenidas por la Policía Nacional en sendas operaciones contra la explotación sexual desarrolladas en la ciudad. El tercer arrestado viajaba a su país de origen, Rumanía, para captar futuras víctimas a las que prometía casarse con ellas en España.

Las actuaciones policiales fueron practicadas por agentes de la Comisaría de Marbella especializados en la investigación de redes de inmigración ilegal, en colaboración con la Policía Nacional. En la primera de ellas fueron detenidos dos personas de nacionalidad portuguesa como presuntos responsables de los delitos de detención ilegal y trata de seres humanos en relación con la explotación sexual, según informó ayer la Policía Nacional en un comunicado.

Los arrestados, según las investigaciones, seleccionaban en cada ocasión a dos de las chicas que contestaban a los anuncios, preferentemente a aquellas que se encontraban en situación irregular en nuestro país, un hecho del que se valían para hacerlas ejercer la prostitución durante un periodo de 21 días, tras el cual las despedían sin ningún tipo de remuneración económica.

Una vez que las mujeres se trasladaban a la vivienda regentada por los supuestos proxenetas, no se les permitía salir a la calle si no iban acompañadas por ellos. Además, en el momento en que las víctimas comprobaban que las condiciones no eran las pactadas y manifestaban su intención de rescindir el trato, los detenidos ya no les permitían abandonar el inmueble e, incluso las amenazaban de muerte para que no hablaran con la Policía.

En la operación, los agentes arrestaron a las dos personas y desmantelaron la vivienda donde las víctimas en situación irregular ejercían la prostitución. La segunda actuación policial desembocó en la detención de un hombre de 26 años y nacionalidad rumana como presunto autor de los delitos de violencia de género y trata de seres humanos en relación con la explotación sexual.

Promesa de matrimonio

El ‘modus operandi’ del arrestado para atraer hasta España a las chicas era muy distinto al de los otros dos detenidos. De las investigaciones policiales se desprende que el supuesto proxeneta se dedicaba a viajar a Rumanía para captar a sus futuras víctimas, con las que primero establecía una relación amistad que en un corto espacio de tiempo se transformaba en noviazgo. Una promesa de matrimonio, así como de conseguirle un trabajo, constituía la invitación para viajar a nuestro país.

Una vez aquí, el detenido encerraba a la víctima en una habitación que ocupaban en un hostal, donde era constantemente vigilada y de la que solo podía salir acompañada por él. El arrestado obligaba a la chica a prostituirse en clubes de alterne bajo amenazas de muerte a ella y a su familia, llegando también a agredirla, según reflejan las investigaciones policiales.