Rubén Guamán Llaguarima, exnovio de Yanela Zaruma Cabrera, confesó el domingo ante el juez instructor haber estrangulado a la joven en el interior de un coche en San Cristóbal y haber trasladado el cuerpo posteriormente hasta la laguna de La Morea, situada en Beriáin, donde se deshizo del cadáver arrojándolo al agua.

pamplona. La confesión del principal y único sospechoso del crimen, de 24 años, se produjo durante la comparecencia que realizó el domingo por la mañana ante el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona, que decretó su ingreso en prisión sin fianza. Hasta ese momento, y a pesar de haber estado detenido en las dependencias de la Policía Foral durante casi seis días, había negado en todo momento su implicación en la muerte violenta de su expareja, de 22 años.

Sin embargo, la existencia de indicios que le incriminaban, como la presencia de restos de ADN en las uñas de la asesinada que indicarían que la joven había forcejeado con el detenido, que además presentaba heridas superficiales compatibles con esa situación, afianzaron la principal línea de la investigación seguida por la Policía Foral desde el mismo momento en que Yanela fue identificada, a las doce horas de ser hallado su cuerpo en la balsa de Beriáin.

Asimismo, la versión exculpatoria ofrecida por el joven durante su arresto contaría con numerosas contradicciones que los investigadores habrían sacado a la luz mediante la toma de declaración a personas de su entorno. El propio inculpado alteró su testimonio completamente durante la comparecencia judicial que realizó el domingo, donde reconoció ser el autor de los hechos.

Esa misma mañana, el acusado condujo al juez instructor, a la representante del Ministerio Fiscal y a los abogados hasta el monte de San Cristóbal para realizar una primera reconstrucción en el lugar donde supuestamente cometió el crimen. El joven indicó que, después de comer con Yanela en un bar de Berriozar durante la tarde del domingo, se desplazaron hasta la carretera del citado monte, donde permanecieron en un arcén durante un tiempo sin concretar.

En este emplazamiento, situado entre los kilómetros 2 y 3 del camino que asciende hasta el fuerte de San Cristóbal, Rubén Guamán admitió ante el juez instructor haber estrangulado a su expareja en el interior del vehículo en el que ambos se habían desplazado. Confesó, igualmente, haber utilizado para ello un objeto con el que habría cometido el estrangulamiento.

Los motivos por los cuales el detenido habría acabado con la vida de la joven, sin embargo, no habrían quedado esclarecidos por culpa de un testimonio inverosímil, aunque todo indica que se pudo producir una discusión entre ambos. La pareja concluyó a principios de 2011 una relación de casi cinco años.

él ya conocía la balsa Rubén Guamán situó el crimen en torno a las 22.00 horas y, a continuación, relató que trasladó el cuerpo de la asesinada en el mismo vehículo hasta la laguna de La Morea, un lugar que ya conocía antes, pues había estado en él otras veces. Allí arrojó el cuerpo al agua en una hora indeterminada de la noche del 3 al 4 de abril.

El cadáver de la joven fue localizado a las 7.40 horas por un vecino de la zona que paseaba alrededor de la laguna. Presentaba evidentes signos de haber sido víctima de un estrangulamiento, por lo que in-mediatamente la Policía Foral abrió una investigación para esclarecer las circunstancias en las que se produjo este crimen.

Una vez conocida la identidad de la joven, a raíz de la denuncia que esa misma tarde presentaron sus padres por la desaparición, los agentes procedieron a detener a su exnovio, última persona que habría estado con ella durante la tarde del domingo a tenor de los testimonios de sus allegados. Los indicios recabados en las pesquisas condujeron finalmente a su incriminación.