Pamplona. El exnovio de Yanela Zaruma, de 22 años, cuyo cadáver fue encontrado el pasado día 4 de abril en una balsa de Beriáin (Navarra), ha reconocido la autoría del crimen en su declaración ante el juez, que se inhibió de la instrucción de las diligencias a favor del Juzgado de Violencia sobre la Mujer.

La inhibición fue decidida por el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona debido a que la víctima y el imputado, E.R.G.LL., de 24 años y ecuatoriano como la joven, habían mantenido una relación de pareja.

En el auto, facilitado por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, el juez señala que existen indicios para “estimar responsable criminalmente” al imputado de un delito de homicidio, como “el propio reconocimiento de los hechos” realizado por él en su declaración judicial. La noche del 3 al 4 de abril, según consta en la resolución, E.R.G.LL. estranguló a Yanela Zaruma y, posteriormente, trasladó su cadáver hasta una balsa de Beriáin.

Asimismo, el magistrado decidió levantar el secreto de las actuaciones que había decretado el 4 de abril para todas las partes salvo para el Ministerio Fiscal. A este respecto, señala que “han venido apareciendo en los medios de comunicación de forma reiterada datos relevantes para la instrucción”. Por este motivo, el juez acordó abrir un procedimiento independiente al de la instrucción del crimen para investigar las filtraciones de datos del sumario.

18 años por homicidio y robo Por otro lado, la Fiscalía ha solicitado más de 18 años de cárcel para los tres acusados de matar al joven tudelano Javier Martínez Llort el 11 de abril de 2010. En el escrito de calificación de este caso, que se sigue en el juzgado de Instrucción número 2 de Tudela (Navarra), el fiscal llega, de forma provisional, a la conclusión de que el joven murió después de resistirse al robo de su móvil y otros objetos, perpetrado supuestamente, por Abdelkader Guelta, Khaled Houcine y Mourad Kamla. Martínez se encontraba “solo y en una actitud de clara debilidad” en un banco del paseo del Queiles, de la capital ribera en el que se había sentado “porque probablemente no se encontraba bien” cuando se dirigía a su domicilio, después de pasar la noche con su cuadrilla de amigos. En el documento, el fiscal sostiene que los detenidos, de nacionalidad argelina y en situación ilegal en el país, “propinaron varios golpes en el cuerpo de Martínez Llort, especialmente en su cabeza y su nuca siendo en todo momento conscientes de lo que estaban haciendo y de que podían causar la muerte de Javier, pese a lo que decidieron continuar con su actuación”.