Italia amenaza con abandonar la Unión Europea

España y Francia rechazan su petición de repartirse a los inmigrantes tunecinos

El Mundo, MARÍA RAMÍREZ, 12-04-2011

En un tenso debate, los ministros de Interior de la UE rechazaron ayer repartirse a las decenas de miles de tunecinos llegados a Europa tras las revueltas, e Italia, la principal receptora, acabó hasta cuestionando su pertenencia al club comunitario porque sólo sirve para «declarar la guerra» y «salvar a los bancos».

El ministro italiano, Roberto Maroni, pidió ayuda para que los inmigrantes sean acogidos por distintos países de los Veintisiete, en particular Francia, pero la mayoría de los colegas rechazaron esta demanda. El vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba dijo que España no participará en ningún programa de reparto de los cerca de 25.000 tunecinos desembarcados en Italia, aunque sí ayudará a Malta, dando cobijo a varias docenas de refugiados.

Alemania, Bélgica, Italia, Suecia, Noruega y Portugal también recibirán a parte del millar de inmigrantes que colapsan esta pequeña isla, la mayoría libios y subsaharianos que no pueden ser repatriados En el caso de los tunecinos, los Veintisiete han dicho, según Maroni, «querida Italia, esto es asunto tuyo y tienes que arreglártelas sola».

«Me pregunto si, en el fondo, tiene sentido seguir siendo parte de la UE, una institución que se mueve inmediatamente para salvar a los bancos y para declarar la guerra, pero que, cuando debe expresar solidaridad concretamente hacia un país en dificultades, como hoy lo es Italia, se esconde… Si la respuesta de Europa es ésta, mejor solos que mal acompañados», dijo el ministro italiano después de la reunión, la segunda de donde sale sin conseguir la ayuda económica o logística que espera para Lampedusa, destino de pateras.

Maroni expuso que el Estado italiano sí ha sido «solidario» al poner dinero para los rescates financieros de Grecia, Irlanda y Portugal. Además, varios ministros estaban muy irritados porque Italia pretende dar permisos de residencia a los tunecinos que no logra repatriar para que se vayan a Francia u otros países vecinos. Y la UE rechazó recurrir a la opción dentro del Espacio Schengen que permitiría dar protección temporal a los inmigrantes y dejarles que se muevan de un país a otro. «Es prematuro», dijo Cecilia Malmström, la comisaria europea del ramo. Presionada por los reporteros italianos en rueda de prensa, la sueca aseguró que «por supuesto, nadie quiere que Italia se vaya de la UE» y recordó que habla casi a diario con Maroni. Según ella, la Unión ya ha ayudado con dinero, medios y diplomacia en la negociación con Túnez.

La reacción ante esta última crisis migratoria es la habitual vivida por los mediterráneos, que tampoco derrochan solidaridad entre sí. Rubalcaba repetía que se trata de «un problema europeo», pero aseguraba que «no tiene sentido» desplazar a los inmigrantes dentro de la UE, dado que, según él, los huidos de las revueltas «no tienen derecho al asilo» y deben «volver a los países de origen».

El vicepresidente subrayó que la «gran mayoría» de los tunecinos en Italia «son estrictamente inmigrantes ilegales, es decir, no tienen derecho a asilo según la normativa europea». Insistía: «No puede quedarse en Europa quien ha entrado ilegalmente». Y el ministro de Interior francés, Claude Guéant, criticaba a los italianos por violar «el espíritu de Schengen» y anunciaba que seguirá enviando a los tunecinos que lleguen a Francia de vuelta a Italia, por donde entra la mayoría.

El Gobierno de Roma ha firmado recientemente un acuerdo con Túnez para repatriar inmigrantes. El pacto entró en vigor hace una semana. El problema es qué hacer con todos los que llegaron antes, a un ritmo de 60 cada día.

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