juncal dual

"Antes había más sumisión, pero ahora la mujer gitana tiene posibilidad de hacer cosas"

Diario de noticias de Gipuzkoa, 09-04-2011

mujer de etnia gitana residente en zumarraga

donostia. Madre soltera y con cuatro hijos, Juncal Dual defiende un discurso tan bien armado que sugiere una formación académica de la que realmente carece. “Por desgracia, no tengo estudios”, asume con resignación esta joven de 30 años que quiere subsanar en breve esta carencia. Esta vecina de Zumarraga bien podría decirse que simboliza los nuevos tiempos que vive el pueblo gitano.

¿Cansada de que le pregunten sobre el papel que desempeña la mujer en la comunidad gitana?

Cansada no, pero es cierto que parece que se mira con otros ojos. En realidad, todo depende del valor que le quiera dar una. Antes había más sumisión, pero ahora las cosas van cambiando, existen más oportunidades de hacer cosas.

¿Desconocemos muchos aspectos de su cultura?

Sí, y ese desconocimiento siempre ha traído aparejada una visión muy negativa. Por eso es tan importante un evento como el que acabamos de celebrar.

¿Usted trabaja?

Soy ama de casa. Estoy separada y tengo cuatro hijos.

¿La sociedad guipuzcoana tiene mucho que aprender del valor que le otorgan ustedes a la familia?

Es algo que nos nace de dentro. Es algo que se vive. Por poner un ejemplo práctico, mantengo una gran relación con parientes que pueden parecer lejanos, como una tía abuela. Es algo que vivimos desde pequeñas. El apoyo de la familia es muy importante y, de hecho, gracias a él hoy he podido venir aquí.

¿Tiene mucha confianza en la educación de sus hijos como llave para garantizarles un futuro mejor?

Ahora mismo, a la educación le doy una gran importancia. El niño mayor me dice que quiere estudiar y es algo en lo que le estoy apoyando mucho. Hace unos años el chaval no le daba excesiva importancia a los exámenes, pero ahora sí. El resto de mis hijos, si realmente quieren estudiar, les ayudaré en la medida de mis posibilidades. Son críos que nunca han faltado al colegio, y yo siempre les inculco lo poco que tengo, en la medida de mis posibilidades.

¿En alguna ocasión ha percibido cierto recelo de la comunidad educativa hacia sus hijos en la escuela?

No. A mí sí me tocó sufrir esa realidad, pero ahora las cosas han cambiado. Llevamos toda la vida residiendo en Zumarraga y la relación de convivencia hoy en día está muy normalizada. Ellos tienen sus amigos, hacen los antzerkis como el resto y están muy integrados.

Incluso, hablarán ya euskera.

Sí, yo también lo aprendí. Hace tiempo que no lo practico, pero si una me habla puedo seguir la conversación. Somos de Zumarraga de toda la vida y, de hecho, la abuela de mi madre ni siquiera sabía hablar en castellano.

¿Cuáles son sus expectativas respecto al futuro?

Después del verano tengo previsto comenzar los estudios en la Escuela Para Adultos. Ahora mismo estoy realizando un curso sobre asociaciones y espero ir subiendo peldaños poco a poco.

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