La comunidad gitana de Gipuzkoa se agrupa por primera vez para reivindicar sus derechos

El movimiento asociativo se dispara en el territorio en los dos últimos años

El papel de la mujer va cobrando un creciente protagonismo entre los 4.000 miembros de esta etnia

Diario de noticias de Gipuzkoa, Jorge Napal, 09-04-2011

Donostia. La comunidad gitana de Gipuzkoa vive un fenómeno emergente. Diseminada hasta ahora y sin apenas capacidad para aglutinar fuerzas, el territorio asiste a un pujante movimiento asociativo desconocido, nuevos tiempos que tuvieron ayer como colofón un día histórico: representantes de seis agrupaciones gitanas con residencia en Gipuzkoa comparecieron en Donostia para reivindicar sus derechos, con motivo del Día Internacional del Pueblo Gitano.

Es algo que hasta ahora jamás había ocurrido entre los 4.000 miembros de esta comunidad con residencia en Gipuzkoa, diseminados por todo el territorio, lejos de los grandes asentamientos que se conocen en otras latitudes. “Estamos ante una realidad cambiante en los últimos tiempos. En dos años han surgido la mayor parte de las asociaciones que existen”, subraya a este periódico Conchi Franco, responsable del departamento de Minorías étnicas de Caritas. El territorio está a las puertas de un novedoso fenómeno que “permite canalizar el trabajo”, lejos del encorsetamiento de otras agrupaciones que arrastran sus históricas inercias, según apunta la experta.

Aunque son comienzos titubeantes y jalonados de dificultades, el colectivo va desprendiéndose de estereotipos grabados a fuego. Se observa en los últimos tiempos, al menos en Gipuzkoa, cierto trasvase hacia otros empleos allende la recurrente chatarra, un negocio cada día más menguado. “Los jóvenes se decantan cada vez más por cursos de formación y se están abriendo a otros trabajos”, recalcan desde Cáritas, a pesar de lo cual nadie pueden eludir la enorme dificultad añadida que entraña el actual contexto de crisis.

Es ante ese escenario donde tuvo lugar ayer un día grande para la comunidad. “Nos hemos reunido por primera vez”, resumió visiblemente emocionado Pedro Jiménez, de la Asociación Gitana para el Futuro de Gipuzkoa. El hombre asistió como maestro de ceremonias a la rueda de prensa que tuvo lugar ayer en el Centro Cultural Koldo Mitxelena de Donostia. Frente a él, tomaron asiento representantes de agrupaciones gitanas de reciente creación, como I – Romi, Romi Bidean, Fundación Secretariado Gitano y Kale Dor Kayiko.

Desencuentros La más antigua del territorio es Kamelamos Adiquerar. Eugenio Jiménez, miembro de esta agrupación, reveló ayer que la presencia de la comunidad se remonta en Gipuzkoa nada menos que al mes de junio de 1566.

A lo largo de este tiempo, reconoció el gitano, se han producido encuentros y desencuentros entre ambas culturas, algo que Jiménez achacó a la “falta de información que la sociedad mayoritaria ha tenido y tiene acerca de nuestra cultura”, según detalló en un manifiesto consensuado por el resto de agrupaciones.

Desde esa preocupación, no es casualidad que dos de las últimas asociaciones creadas estén integradas por mujeres. En representación de todas ellas tomó el testigo Juncal Dual, quien abogó por “salir del rol adquirido hasta ahora dentro del hogar familiar”, para pasar a ser “protagonistas como personas y como pueblo”. Esta gitana con residencia en Zumarraga defendió que la educación “sea una pieza fundamental para el desarrollo de nuestro pueblo”, y confió en el futuro de sus hijos.

Fue un emotivo acto en el que se izó la bandera gitana, tan simbólica, impregnada por el azul del cielo, “ese techo que siempre hemos tenido”, el verde de los prados y el carro, “nuestro histórico medio de transporte”. Los presentes se emocionaron con una interpretación del himno gitano Gelem, Gelem, que se pudo escuchar en la sala mediante la proyección de un video.

El director de Servicios Sociales del Gobierno Vasco, Alfonso Gurpegi, animó al colectivo a seguir avanzando en la conquista de sus derechos, para lo cual recomendó a los miembros de la comunidad que trabajen en común.

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