El nuevo buque oceánico de la Guardia Civil, ayer navegando por la dársena de Cartagena. :: PABLO SÁNCHEZ / AGM

El buque ‘Río Segura’ es el más grande que tiene la Guardia Civil, y junto al ‘Río Tajo’ y ‘Río Miño’ extremarán la vigilancia en el mar con operaciones de rescate y de lucha contra el narcotráfico y las mafias de la inmigración. El nuevo buque oceánico de la Benemérita fue presentado ayer en la dársena de cruceros del puerto, donde su tripulación, inmersa desde hace mes y medio en cursos de formación y adiestramiento, descansa un par de días.

El nuevo buque fue presentado por el delegado el Gobierno, Rafael González Tovar, y el coronel jefe de la Quinta Zona de la Guardia Civil, Benjamín Martín Mora. Patrullará, según explicó el primer oficial del barco, Carlos Ferrari, en el Mediterráneo y el Océano Atlántico.

El buque, que parte hoy hacia Valencia, fue construido específicamente para el patrullaje oceánico de la Guardia civil. Tiene 73 metros de eslora y 2.100 toneladas de desplazamiento máximo. Su diseño y equipamiento hacen posible que puede participar en operaciones que superen los 60 días de navegación.

Unidad marítima

«Dispone de una capacidad de alojamiento de hasta 39 personas, y puede albergar hasta 80 más, en el local destinado a los náufragos que sean rescatados en alta mar», explicó González Tovar. Para ello, dispone de zonas habilitadas en babor y estribor que facilitan su embarque. El ‘Río Segura’ pertenece al Grupo Marítimo del Estrecho de la Guardia Civil junto a los buques oceánicos ‘Río Tajo’ y ‘Río Miño’ se encargarán de luchar contra el narcotráfico y la inmigración en esa zona.

Además, al ‘Río Segura’ se le puede enganchar un sistema de telemedicina para la hospitalización de enfermos. Tiene integrada una plataforma para la evacuación de personas o heridos, lanzamiento de provisiones, recogida y arriado de agentes de intervención o cualquier otra acción que se pueda ejercer desde una aeronave.

Tiene espacio para acomodar dos embarcaciones de intervención rápida, salvamento, así como pescantes de última generación para su arriado e izado rápido que permiten eliminar la oscilación y disponer de las embarcaciones a flote en menos de dos minutos. La construcción se llevó a cabo en Asturias.