Un barrio unido por sus problemas y en busca de soluciones urgentes. Así se podría definir la situación del barrio de l’Alquerieta de Alzira. Esta zona sufre, desde hace tiempo, un grave problema de seguridad ciudadana que incluso ha provocado el abandono del barrio de algunos residentes. Un hecho que, según sus vecinos, ha ido agravándose con la llegada masiva de inmigrantes rumanos.

Pero la inseguridad que sufren estos vecinos no se limita a los continuos robos en casas y comercios sino que son frecuentes las amenazas, incluso de muerte.

Y es que según las estadísticas que baraja la policía, el barrio de l’Alquerieta es uno de los menos conflictivos de Alzira, ya que apenas se presentan denuncias. El motivo principal, el miedo, ya que los delincuentes amenazan con herirles si se denuncian los hechos. «Por aquí lo que más se oye es: ‘Te voy a rajar’», afirman los vecinos.

Pero esta no es la única aseveración que han realizado los comerciantes y vecinos de l’Alquerieta en la última reunión. La intimidación llega a tal punto que ha habido gente que ha tenido que abandonar sus casas e irse de la barriada. «Unos rumanos que estaban ocupando ilegalmente una vivienda amenazaron de muerte a un vecino que se fue de su casa», explican.

Los vecinos también han conseguido que se tapien las puertas y las ventanas de las casas que se quedan deshabitadas: «Al final convertiremos esto en nichos. Hay que frenar la degradación del barrio», señaló Miguel Ángel Levanteri, presidente del colectivo vecinal.

Los residentes de l’Alquerieta se han reunido para poner encima de la mesa soluciones, ya que acusan al Consistorio alcireño de no aplicar las normas a estos inmigrantes con la misma contundencia que al resto de ciudadanos. Así, van a comenzar a movilizarse porque han reunido más de 200 quejas de comercios y vecinos.