Si la pasada semana alertaba sobre los discursos xenófobos que están calando en la sociedad vasca debido a la situación económica actual, el Ararteko pidió ayer a las instituciones públicas vascas que hagan un esfuerzo mayor para atender a la diversidad, haciendo referencia especialmente a la etnia gitana.

La institución que encabeza Iñigo Lamarca difundió una declaración institucional con motivo del Día Internacional del Pueblo Gitano, que se celebra hoy. Esta minoría étnica, la más importante de la Unión Europea, sufre hoy en día “situaciones de desigualdad de trato y discriminación en el plano social, alimentadas por prejuicios y estereotipos que son injustos y erróneos”. Volvió a incidir de este modo en la existencia de discursos carentes de rigor que se han generado en la sociedad vasca.

Para atajar las desigualdades manifiestas a las que se enfrenta el pueblo gitano, el Ararteko aboga por potenciar su integración trabajando tanto en la faceta educativa como la sanitaria o la inclusión social de este colectivo. El primer plan vasco dirigido específicamente a las necesidades del pueblo gitano son recientes, tal y como recuerda la declaración, ya que fue elaborado en 2004.

Por ello, “hay que atender con medidas públicas que permitan su participación social, política y económica”, especifica el defensor del pueblo vasco. La Unión Europea ya está trabajando en este sentido.

El Defensor vasco hace hincapié en los “estados de exclusión o de marginación social” en los que se encuentran muchas personas de etnia gitana. También hace referencia a los elevados riesgos de exclusión a los que se enfrentan. Lamarca ve entre las causas principales “las dificultades de acceso a una vivienda digna” de este colectivo.

El Ararteko pide en su declaración la cooperación de los distintos estados miembros de la Unión Europea para poner en práctica las iniciativas de la región en el ámbito de la diversidad y la búsqueda de la igualdad para las distintas etnias.

En este sentido, la Comisión Europea ya ha aprobado un plan para reducir la discriminación y favorecer el acceso de personas de etnia gitana a la educación, la sanidad, el empleo o la vivienda. El Parlamento Europeo también ha establecido diversas prioridades.