INMIGRACIÓN

Desaparecen 250 africanos al volcar su barcaza cerca de Italia

La Voz de Galicia, maría signo, 07-04-2011

Una vía de agua y el oleaje hicieron naufragar el barco con 300 personas

Una vía de agua y el oleaje hicieron naufragar el barco con 300 personas

Son más de 250 las personas desaparecidas tras el naufragio de una patera entre la isla italiana de Lampedusa y la de Malta, y 51 las supervivientes. La tragedia tuvo lugar en la noche del martes al miércoles, en medio de un mar agitado de fuerza 6 y con un fuerte viento. A bordo viajaban más de 300 personas, la mayoría de origen somalí y eritreo, que escapaban de Libia. Entre ellos se encontraban varias mujeres y niños. De momento fueron recuperados unos veinte cuerpos.

El helicóptero de la Guarda de Finanza italiana avistó ayer por la tarde decenas de cadáveres en el mar. Los pilotos esperaban «ver que algún cuerpo alzase los brazos, pero no ha ocurrido. Entre los cadáveres había cuerpos de niños», dijeron.

Los 51 supervivientes fueron trasladados a Lampedusa. Entre ellos hay una embarazada. Algunos sufrían una fuerte hipotermia. Según la Guardia Costera italiana, la embarcación, de unos 13 metros, había partido días atrás de Zuwarah (Libia) y naufragó en aguas maltesas.

Dos barcos y un helicóptero

Desde un teléfono por satélite alguien llamó pidiendo ayuda a las autoridades maltesas, que avisaron a la capitanía de Lampedusa, de donde partieron dos barcos patrulla y un helicóptero. A las 4 de la mañana de ayer, una de las naves interceptó la patera, que tenía dificultades para navegar por una vía de agua.

En el momento del trasvase de los inmigrantes a los barcos patrulla y dadas las condiciones adversas del mar, al parecer la lancha volcó y muchos cayeron al agua. Según el comunicado oficial, la causa de la tragedia fue «la oscuridad y las condiciones meteorológicas», que dificultaron las operaciones de rescate de los náufragos.

«Oía los gritos»

En la operación colaboró un pesquero que estaba en la zona y que salvó a los últimos tres rescatados. Su comandante, Francesco Rifiorito, explicó que «era noche cerrada, no se veía nada, ni con las lámparas fotoeléctricas, pero oía los gritos de estas personas y conseguí ayudarlas».

Según el comandante de la Capitanía de Lampedusa, Antonio Morana, los traficantes embarcan a los norteafricanos en las pateras y los dejan a la deriva, sin nadie con experiencia de mar, solo con un GPS que indica la ruta. Así ocurrió con una embarcación que llegó unas horas antes con 104 tunecinos que contaron haber comprado la barcaza con una colecta.

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