Bilbao. Hartos de las soslayadas o evidentes actitudes discriminatorias, alrededor de dos mil personas de todas las razas, culturas, religiones y sexo recorrieron ayer las principales calles de la capital vizcaina para denunciar los comportamientos xenófobos palpables en el día a día, pero también en las noches, tal y como evidenció públicamente hace escasas fechas la plataforma SOS Racismo.

A tres días de la celebración del Día Internacional contra el Racismo y la Xenofobia, todos ellos volvieron a manifestarse bajo el lema Por unas ciudades sin fronteras. “Redadas racistas, discriminaciones en los bares, inmobiliarias que no alquilan a inmigrantes, multas a prostitutas y manteros… Frente a estas realidades que se viven en nuestro entorno, queremos alzar la voz y defender unas ciudades sin fronteras. Unas ciudades en las que todas sus vecinas y vecinos sean reconocidos iguales en derechos y respetados en sus diferencias”, explicaba a este periódico Patxi de la Fuente.

El portavoz de este colectivo, satisfecho con el apoyo recibido por la ciudadanía, denunció también un “aumento del racismo, tanto institucional como social”, ejemplificado en la negación de peticiones de asilo, la vulneración del derecho de admisión, etc.. “Hay demasiadas fronteras en la sociedad, pero las más duras son las que ponemos nosotros mismos, en nuestra labor cotidiana”, apuntaba De la Fuente una vez finalizada la manifestación que partió de la plaza del Teatro Arriaga pasadas las siete y media de la tarde.

Asimismo, los participantes en la acción de protesta de ayer quisieron recordar a la trabajadora del hogar fallecida este pasado miércoles en Santurtzi al caer al vació desde un décimo piso mientras limpiaba una ventana y aprovecharon para reclamar “con urgencia” a las instituciones una Ley de Servicio Doméstico que reconozca los derechos de este colectivo, mayoritariamente femenino y desempeñado por inmigrantes. En memoria de la fallecida, fue un grupo de mujeres el encargado de portar la pancarta y encabezar la protesta de ayer. Al finalizar la marcha guardaron un minuto de silencio.