La líder del Frente Nacional (FN) francés, Marine Le Pen, abogó ayer en Lampedusa por mantener a los inmigrantes fuera de la isla italiana y abogó por alimentarlos en el mar para evitar su desembarco. Acompañada por el eurodiputado de la Liga Norte Mario Borghezio visitó ayer la isla, adonde han llegado inmigrantes tunecinos.

«En lugar de acogerlos en Lampedusa, Italia debería enviar barcos con agua y alimentos al mar y ayudar allí a los inmigrantes», señaló la líder de la formación xenófoba. Con ello se evita que los refugiados en la isla lleguen a tierra firme, argumentó Le Pen. «Nos encantaría acogerlos a todos en nuestra barca [europea], pero no es lo suficientemente grande y entonces nos hundiríamos todos», añadió.

Marine Le Pen fue recibida con una manifestación, en la que participaron unas cincuenta personas, para protestar contra la posición de la presidenta del FN, partido contrario a la inmigración. Los manifestantes portaban carteles con lemas como «Solidaridad para los indocumentados», «Fuera racistas» y «El mundo es a colores, acéptenlo».

La candidata a las próximas presidenciales de Francia, se preguntó: ¿Por qué no intervienen las monarquías petroleras para ayudar a sus hermanos árabes? Creo que no lo hacen porque saben que lo haremos nosotros». Aseguró que no visitó Lampedusa para provocar, sino que es «la única diputada extranjera que ha venido aquí para ver lo que ocurre».