Un 41% de catalanes cree que la inmigración es negativa

El 45% de catalanes liga inmigración a ilegalidad o inseguridad, y sólo un 12% ve aceptable la cifra de extranjeros. Un sondeo del Govern confirma los prejuicios sobre los extranjeros

La Vanguardia, CARLES CASTRO, 15-03-2011

Los catalanes tienen una imagen negativa de la inmigración. Un sondeo del Centre d´Estudis d´Opinió de la Generalitat ha venido a confirmar los prejuicios y estereotipos que imperan en la opinión pública catalana sobre la población extranjera y que ya habían detectado encuestas anteriores. Se trata, además, de una imagen negativa que en muchos casos choca incluso con la realidad estadística. Sin embargo, lo cierto es que cuando los catalanes escuchan la palabra “inmigración”, más del 45% de ellos la asocian a “ilegalidad”, “aumento desmesurado” de extranjeros o “inseguridad”, y sólo un 17% expresa “sentimientos de solidaridad”. De hecho, en términos generales, casi un 41% de los catalanes considera negativa o muy negativa la inmigración, mientras que únicamente un 31% la juzga positiva.

Sin embargo, el sondeo registra otros indicadores que reflejan con más rotundidad la angustia y el recelo que genera el fenómeno migratorio. Por ejemplo, la mitad de los catalanes creen “excesivo” el actual número de inmigrantes en Catalunya y otro 36% lo juzga “elevado”. En realidad, sólo un 12% de los consultados considera “aceptable” la cifra de extranjeros. Y a ello hay que añadir una percepción muy crítica con las leyes que regulan la entrada de inmigrantes en España. Nada menos que el 78% considera “demasiado” o “más bien tolerante” la legislación sobre extranjería, y únicamente un 10% la ve “correcta”. Las opiniones de quienes juzgan más bien “duras” las leyes sobre inmigración apenas suponen el 3% de los encuestados.

Las percepciones negativas se acentúan en el capítulo de los efectos de la inmigración. Así, por ejemplo, casi el 70% de los ciudadanos se muestra convencido de que “los inmigrantes reciben del Estado más o mucho más de lo que aportan”. Y sólo un 3% cree que aportan más de lo que reciben, como indican los estudios realizados hasta ahora. De hecho, y como un reflejo de las distorsiones que experimenta la imagen de la inmigración, los extranjeros son percibidos como el grupo que recibe más protección del Estado por un 73% de los catalanes. En contraste, sólo un 13% de los ciudadanos señala a los jubilados como el grupo que recibe “mucha” o “bastante protección por parte del Estado”.

A partir de ahí, la idea de que los inmigrantes reciben “más ayudas sanitarias”, “abusan” de la sanidad o “hacen que disminuya la calidad” de los servicios de salud es la dominante entre la población. Y lo mismo ocurre, corregido y aumentado, con relación a la educación: hasta un 70% cree que se otorgan “más ayudas escolares a la inmigración que a los catalanes” y casi el 55% opina que la calidad educativa empeora allí donde hay mucha inmigración.

Además, un 66% de los ciudadanos piensa que existen grupos de inmigrantes “que no se mezclan con el resto de la sociedad”. ¿Quiénes? Una mayoría abrumadora – superior al 60%-señala a árabes y magrebíes, seguidos a gran distancia de chinos o latinoamericanos. Eso sí, un 40% de los catalanes admite que los inmigrantes “contribuyen a enriquecer nuestra cultura” y solamente un 27% se muestra partidario de expulsar a los irregulares. La mayoría apuesta por legalizarlos, pero sólo a quienes tienen trabajo o llevan muchos años en España.

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