FCO. MURO DE ISCAR

LEER POCO Y COMER MAL

Diario de Navarra, OPINION@DIARIODENAVARRA.ES, 09-03-2011

L A Generalitat catalana ha facilitado los datos sobre lectura de los jóvenes catalanes de entre 14 y 29 años que, supongo, difieren poco de los datos de esa misma franja de edad en el resto de España. El hecho más llamativo es que un 37,1 % de esos jóvenes no lee ni un libro en todo el año. Nadie puede extrañarse de que el fracaso y el abandono escolar en España duplique la media europea y, lo que es peor, condene a los jóvenes al paro.

Es cierto que parte del fracaso se debe al bajo rendimiento del colectivo inmigrante, en el que el abandono es del 45%, pero eso nos debería llevar a analizar cómo estamos realizando la integración de esos niños inmigrantes en nuestra escuela y qué otras cosas estamos haciendo mal. Porque una tasa de no lectura del 37% es una garantía no de fracaso escolar sino de fracaso vital. Aunque el reparto de la inmigración no es igual en todo España, en algunas comunidades, como la del País Vasco, el índice de abandono escolar es sólo del 14,3%, mucho más cercano a la media europea. Algo estarán haciendo bien que habría que copiar.

Muchos de esos fracasados escolares son irrecuperables educativos y laborales. De hecho, no los recuperamos porque su entrada en el mercado laboral es la de personas sin capacitación alguna, sin capacidad de estudio y sin oportunidades de formación en un mundo en el que cada vez se demandan profesionales más especializados. España invierte en formación a parados mucho menos que la UE. Un informe de la Fundación Élogos señala que “del total de la inversión en políticas activas de empleo, los programas de formación para desempleados en España sólo concentran un 0,21%, mientras que en la Unión Europea ascienden al 41,1 %”. Fracaso escolar, ausencia de oportunidades laborales y, encima, mala alimentación. La Encuesta Nacional de Ingesta Dietética española 2011 revela que los jóvenes se descuelgan por completo de la dieta mediterránea y apuntan de manera preocupante a la obesidad y el sobrepeso. Panoramas como éste revelan que hay que cambiar la escuela, los planes de estudio para que los chavales lean, estudien, se esfuercen y aprendan, incluso, a comer bien.

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