La vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, manifestó ayer su firme oposición al uso del burka, porque es una imposición a la mujer y se ha mostrado dispuesta a regular su uso. “Esconderse tras una cortina no puede ser una elección personal de ninguna persona, sino una imposición”, afirmó la consellera durante una visita al Ayuntamiento de Sabadell. Para Ortega el burka no puede estar justificado en una religión, ya que va en contra de los derechos humanos. Asimismo, reiteró su crítica a la actual ley de Centros de Culto e incidió en la intención de la Generalitat de modificarla para eliminar la obligatoriedad que tienen los ayuntamientos de reservar espacio a centros de culto. Curiosamente la secretaria de Mujer de ERC, Ester Alberich, opina que la regulación del uso del burka anunciada por la vicepresidenta es una “cortina de humo” que pretende ocultar el desmantelamiento de las políticas en defensa de la mujer. Alberich admite que la imposición del burka es violencia machista, pero se ha preguntado por qué “se señala a la violentada y no al violento”. / Redacción