¿Marine Le Pen presidenta de la República en 2012? Difícil de creer. Sin embargo, un sondeo realizado por Harris Interactive y publicado ayer por el diario Le Parisien sitúa a la candidata del Frente Nacional como vencedora en la primera vuelta de los comicios presidenciales, si estos se celebraran ahora. Con un 23% de intención de voto, la novísima líder de la extrema derecha gala, se impondría hipotéticamente a la secretaria general del Partido Socialista Martine Aubry (21%) y al mismísimo Nicolas Sarkozy (21%), actual jefe de estado y más que probable candidato del bloque conservador UMP.

La opinión pública del Hexágono se frota los ojos, los medios de comunicación hacen cábalas y todo el mundo se pregunta cómo ha podido llegar a ocurrir. El estudio se llevó a cabo por internet entre el 28 de febrero y el 3 de marzo de 2011, y tomó en cuenta a 1.618 franceses mayores de 18 años. Esta clase de encuestas no se repiten hasta pasados unos meses, pero la propia empresa elaboradora anunció ayer, por boca de su director de Opinión Jean-Daniel Lévy, que volverá a realizar el sondeo hoy, agregando a otros líderes del PS como Dominique Strauss-Kahn o François Hollande.

Después de todo, el partido no escogerá a su candidato hasta octubre de 2011 y el hecho de vincular la intención del voto socialista a la figura de su secretaria general podría haber incidido en el resultado final.

Un resultado, en todo caso, chocante si se compara con la primera ronda de las anteriores elecciones al Elíseo, celebradas en 2007, cuando Sarkozy se impuso con un 31,18% sobre la socialista Segolène Royal (25,87%), el centrista François Bayrou (18,57%) y el ultranacionalista Jean-Marie Le Pen (10,44%). ¿Qué ha pasado en apenas cuatro años para que el electorado galo de este giro hacia la derecha?

Así lo explica la propia Marine Le Pen: «Hace tres meses, tenía el 11% o el 12%. Ahora estoy entre el 20% y el 25%. Estamos delante de una clase política vieja, con viejas soluciones, mientras que nosotros representamos una esperanza para el pueblo, que ve cómo la situación lleva 30 años degradándose». Paro, inmigración, bienestar social y seguridad ciudadana son los temas que más preocupan estos días al ciudadano medio del Hexágono. Y el discurso rotundo y populista de la hija del viejo fustigador Jean-Marie Len Pen parece haber calado tanto en los antiguos seguidores tradicionalistas de su padre como en los cientos de miles de desencantados de un Gobierno sin carisma y una oposición sin cohesión.

Marine aseguró también este domingo que su objetivo político es «ganar» y no simplemente «figurar», al tiempo que aprovechó para predecir que el partido gubernamental fracasará en los próximos comicios regionales del 20 y 27 de marzo y que el actual jefe de Estado no pasará de la primera vuelta si finalmente se presenta a la reelección.

Aunque Sarko juegue a deshojar la margarita, este sábado el primer ministro, François Fillon, declaró a Le Figaro que el presidente es el «único y mejor» candidato de la coalición conservadora para la cita de abril de 2012.

Faltan aún 15 meses para el momento de la verdad y nadie en las filas de la UMP o del PS se atreve a mencionar el precedente de 2002, cuando contra todo pronóstico el viejo Le Pen quedó segundo en la primera vuelta, por detrás del republicano Jacques Chirac y por delante del socialista Lionel Jospin, que quedó fuera.