Cediendo a la presión política de la gobernadora, la republicana Susana Martínez, la Cámara de Representantes de Nuevo México aprobó una propuesta para que el estado suspenda la entrega de licencias de conducir a los indocumentados.

La iniciativa será examinada ahora por el Senado.

El nuevo proyecto, del representante independiente Andy Núñez, prevé revocar una ley del 2003 que permitió la entrega de más de 80.000 licencias de conducir a extranjeros, incluyendo a quienes estaban ilegalmente en Estados Unidos.

Las autoridades estatales afirman que desconocen cuántas licencias fueron concedidas a indocumentados, porque la condición migratoria no forma parte de los requisitos para obtener el documento.

En Texas

La legislatura estatal texana analiza implementar un plan que contempla autorizar que las policías locales y estatales ayuden a implementar leyes federales de inmigración.

Los partidarios de la reforma dijeron que la legislación ayudaría a la Policía a identificar a inmigrantes sin papeles que cometen delitos en el estado. Los críticos afirmaron que llevaría a hostigar a personas por razones raciales y distraería de tareas policiales importantes.

Unos 1,6 millones de indocumentados viven en Texas.